En este contexto de enormes cargas de trabajo, las trabajadoras del Centro de Salud de Zaballa han tenido que prestar en agosto servicios en la Residencia Santa Teresa, gestionada por la empresa Vitalitas, además de en Zaballa. Y ello sin que Osakidetza haya reforzado en ningún momento la plantilla del centro. Este hecho sobrecarga aun más el día a día de las trabajadoras de Osakidetza, y tiene su origen en la falta de personal de enfermería de la citada residencia de mayores. Ante esta situación, la OSI Barakaldo-Sestao ha dado la espalda a las trabajadoras, respaldando y contribuyendo en al incremento de las cargas de trabajo de su personal.
Lo ocurrido en la Residencia Santa Teresa es un claro ejemplo de que el actual modelo de cuidados, privatizados por decisión política, lejos de cubrir las necesidades de las personas residentes, buscan el lucro empresarial, y no garantizan los servicios esenciales. Este hecho deja de manifiesto la urgente necesidad de la publificación de los servicios de cuidados, garantizando para ello el refortalecimiento de las plantillas existentes.
Esta situación evidencia las costuras tanto de la sanidad pública como del modelo que pretende implantar Osakidetza, sobrecargando a su propio personal, sin tener en consideración la condiciones en las que prestan sus servicios a la ciudadanía, así como el actual modelo de cuidados privatizado.
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