Cabe destacar que, aunque en Barakaldo el modelo lingüístico D es al que ha optado un mayor número de alumnado, el porcentaje que está matriculado en el modelo impartido en castellano -modelo A- y en el mixto -modelo B- es todavía muy alto, sobre todo a medida que sube el nivel educativo.
Esta situación no se corresponde con la tendencia que existe en el País Vasco, ya que en nuestro territorio el modelo lingüístico que más éxito tiene en todos los niveles educativos es el modelo D, aunque en Barakaldo esto no ocurre.
Por ello, vemos la necesidad de plantear la siguiente reflexión pues creemos que es fundamental y necesario que la euskaldunización educativa en Barakaldo sea efectiva:
Por un lado, y atendiendo a los modelos lingüísticos que se ofrecen en los centros, en la red pública, podemos decir que el modelo D es el mayoritario en Educación Infantil y Primaria fundamentalmente. Sin embargo, cabe destacar que la única escuela que ofrece modelo A en la red pública de la margen izquierda está en Barakaldo, hecho que nos parece preocupante, pues en general, en el resto de las escuelas públicas de todos los municipios de nuestro entorno se tiende a una escolarización en el modelo D y Barakaldo no debería ser una excepción.
Por otro lado, excluyendo un centro, en todos los colegios concertados, predominan los modelos B en Educación Infantil y Primaria y B y A en el resto de los niveles educativos. Por lo tanto, podemos afirmar que existe un notable desequilibrio entre las redes públicas y las ofertas concertadas a la hora de realizar los estudios en euskera.
Si bien es cierto que los centros concertados lanzan su oferta educativa a la sociedad desde un punto de vista propio e interés privado, creemos que aunque no sean instituciones públicas reciben cientos de niños y niñas en su seno y, por ello, son importantes agentes de nuestra sociedad.
En consecuencia, pensamos que se debería plantear la transición de dichos centros hacia el modelo D y ofrecer un modelo de inmersión lingüística eficaz en euskera para colaborar con un proceso de euskaldunización real en Barakaldo.
Además, vemos preocupante la tendencia existente a la hora de optar por el modelo A en Bachillerato, ya que en el curso 2020/2021 había 195 alumnos/as matriculados/as en el modelo A en Educación Secundaria Obligatoria y 1536 alumnos/as en el D.
En Bachillerato, sin embargo, los datos son muy diferentes ya que 536 alumnos/as han desarrollado sus estudios en el modelo A y en el D tan solo 446.
En consecuencia, podemos afirmar que estos datos indican que el proceso de euskaldunización educativa de Barakaldo no es efectivo, dato que nos parece muy alarmante, ya que, aunque en su mayoría el alumnado estudia en el modelo D en las etapas obligatorias, un porcentaje muy alto tiende a cursar el Bachillerato en centros concertados, ya que estos ofrecen el modelo A, no completando, por tanto, su proceso de euskaldunización, con las consecuencias que esto puede acarrear.
Por ello, hay que cambiar de actitud por parte de las instituciones públicas pues creemos necesarias campañas para incentivar a familias y alumnado a cursar en euskera el Bachillerato, hecho que contradice por ejemplo la apuesta que el Ayuntamiento de Barakaldo argumenta por el aprendizaje del euskera en en el proceso educativo.
Otro hecho que nos parece importante tiene relación con la Formación Profesional cuya oferta es mayoritariamente en castellano.
Sin embargo, no se trata solo de un problema de Barakaldo, sino de una importante carencia de nuestro territorio. Según los datos, en Barakaldo, en el modelo A estudiaron 917 alumnos/as en el curso 2020/2021 algún ciclo de Formación Profesional de Grado Medio o Superior, mientras que en el modelo D tanto solo lo hicieron 172.
Por tanto, existe un deber por parte de las instituciones públicas para que la Formación Profesional sea euskaldun, ya que un porcentaje muy alto de alumnado que cursa sus estudios en euskara, al finalizar la etapa obligatoria tiene la única opción de seguir en castellano, lo que limita su proceso de euskaldunización y el ejercicio de su profesión en este idioma, además de perder el derecho de estudiar en una de las lenguas cooficiales.
Como conclusión, a la vista de las matriculaciones y ofertas de modelos lingüísticos, el éxito del modelo D es notable, pero tras la lectura anterior, esto no es del todo cierto, ya que gran parte del alumnado desarrolla el final de su proceso académico en castellano.
Por tanto, hay que hacer una profunda reflexión y desarrollar una oferta e impulso por parte de las instituciones que garanticen un bilingüismo real en todas las etapas educativas obligatorias y no obligatorias, solo posible a través de un sistema de inmersión lingüística.
* Elena Lafuente Etxebarria y Aritza Urrengoetxea Cordovilla, profesores y miembros del grupo de Educación de EH Bildu