Desde Elkarrekin Barakaldo, agrupación municipal compuesta por Podemos, Ezker Anitza-IU, Equo Berdeak e independientes, denuncian que la asociación ha vivido con la amenaza del cierre desde junio de 2019, momento en el que el Departamento de Salud decidió finalizar su contrato de colaboración con la misma.
Para el concejal de la coalición, Christian Bolaños, “este hecho supone un nuevo ataque al tejido comunitario, porque recordemos que el Módulo surgió del movimiento vecinal para cubrir las necesidades de salud mental que Osakidetza no cubría, ni cubre”. Bolaños añade que esta decisión no puede entenderse de otra manera porque “la Red de Salud Mental de Osakidetza es manifiestamente insuficiente para asumir la demanda actual, y menos aún en el contexto de la pandemia y el grave aumento de afecciones de perfil psicosocial”.
Desde Elkarrekin Barakaldo consideran lamentable que las decisiones políticas del PNV, desde lo local hasta lo autonómico, dejen caer un recurso necesario para la ciudadanía en el peor momento posible. Del mismo modo, consideran inconsistente que se escuden en cuestiones presupuestarias cuando, tal y como comenta Bolaños, “tanto el Gobierno de Barakaldo como el Gobierno Vasco han cerrado el 2020 con remanentes multimillonarios frente a los que la inversión para mantener estos recursos es, en comparación, simplemente irrisoria”.
Bolaños añade que “nunca hubo intención de salvar al Módulo de Cruces, algo quedó patente cuando el PNV de Barakaldo, a sabiendas de la situación que se atravesaba, se negó a sentarse en la mesa para gestionar una posible solución el 19 de junio del año pasado.”
Por todo ello, desde Elkarrekin Barakaldo interpelan a la alcaldesa, Amaia del Campo, y a la Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, para que expliquen cuál va a ser el futuro de las centenares de familias que, de la noche a la mañana, se van a ver privados de un elemento esencial para su proyecto de vida.