Comunicado leído en las cumbres
El camino es la metáfora de la vida..., y la cima, la del objetivo... Cuantos magnífcos poemas se han escrito partiendo de esas dos palabras. En boca de Machado, «caminante no hay camino, se hace camino al andar», o en los escritos de Mario Benedetti, «no te quedes inmóvil al borde del camino». De hecho, el camino es la aventura de la vida.
Quienes amamos el monte con pasión vivimos en los caminos nuestros mejores momentos. Ahí se ubican nuestros mayores sueños e ilusiones, y también nuestros peores malos momentos. Hay infnidad de caminos para ir a infnidad de montes. Y, hoy, en todo Euskal Herria, miles de personas hemos recorrido el camino para llegar a 650 cimas.
El camino de la resolución. El camino de vuelta a casa de las personas presas y refugiadas. El camino de la convivencia y de la paz. Ese es el camino que paso a paso hemos recorrido quienes nos hemos reunido aquí. Porque, tal y como hemos demostrado bien claro estos últimos años, nosotras y nosotros queremos que se resuelva defnitivamente la situación de las personas presas y refugiadas. En primer lugar, porque es totalmente injusta la política penitenciaria que sigue vigente hoy en día.
Si a las presas y a los presos vascos se les aplicara la legislación ordinaria, quienes tienen enfermedades graves y quienes han cumplido 3/4 de la condena deberían estar en casa, y, gracias a la progresión natural de grado, la mayoría estarían en tercer grado, con permisos, dentro del proceso de reintegración a la sociedad que les corresponde.
Para poner fn a esa injusticia caminamos, cuesta arriba y cuesta abajo. Y en ese camino, ya han empezado los primeros pasos. Ha empezado el acercamiento de las presas y de los presos vascos; aunque todavía no se hayan dado movimientos frmes para poner fn a la política de alejamiento, gota a gota, paso a paso, se están acortando las distancias. También se han abierto nuevas puertas en la progresión de grado, aunque se estén abriendo muy despacio. Tenemos claro que estos cambios no son sufcientes, pero debemos aprovecharlos para abrir nuevos caminos. Ahora es más importante que nunca sacar a la calle el deseo de avanzar en un proceso hacia la resolución y hacia la vuelta a casa de las personas presas, ese deseo de una gran mayoría. Porque sin ese impulso no se recorrerá el camino de vuelta a casa. Así pues, debemos seguir caminando, porque así podemos evitar el sufrimiento de familiares y amistades. Y solamente supone que se respete la ley.
Quienes nos hemos reunido hoy aquí queremos formar parte del camino que nos lleve a la convivencia y a la paz. Y sabemos bastante de caminos, porque nos ha tocado muchas veces iniciar caminos nuevos en parajes nunca recorridos. Sabemos que el camino que lleva a la paz y a la convivencia debe abrirse en dura roca, con paciencia y decisión. Pero se puede abrir. Claro que sí.
Evidentemente, cuantas más manos tengamos para abrir ese camino, más fácil y rápido llegaremos a la cima. Por eso, una vez más, queremos hacer un llamamiento a toda la ciudadanía para que participe en este gran trabajo en común. Hoy nos hemos juntado en el monte. Mañana, en el pueblo. Los próximos meses, en las innumerables iniciativas que se convoquen dentro de la dinámica Izan Bidea. ¡Sigamos haciendo camino, hasta la cima!