Las familias han planteado a la empresa “que las necesidades derivadas de la pandemia, como las medidas de control y las medidas de prevención del coronavirus, han aumentado la carga de trabajo y la necesidad de un mayor cuidado con nuestras familias, algo que no se puede resolver siempre con una reorganización de las tareas”. Añaden además que “si el personal no puede dedicar el tiempo necesario para revisar el estado de nuestras y nuestros familiares está claro que se van a ver deficiencias”.
Tras la queja interpuesta en febrero en la residencia y en el área de Acción Social de Diputación, la empresa ha comenzado a informar sobre las actividades que se realizan o los menús semanales, algo que “agradecemos que hayan tomado en consideración nuestra reclamaciones de transparencia e información aunque aún quedan asuntos por solucionar”. La agrupación también cree que tener un expediente de seguimiento abierto en Diputación ha obligado a la empresa a tomar algunas de las medidas demandadas.
Por último, la residencia, propiedad del Grupo Vitalia desde que absorbió Vitalia Home en noviembre de 2019, ha comenzado a prestar servicios privados de atención psicológica, fisioterapia y logopedia, a cargo de las familias. Este hecho ha sido reclamado también ante la residencia y la Diputación, ya que “una residencia que forma parte de la red pública no puede obtener beneficios con las personas usuarias que atienden y debe garantizar todos los cuidados que les sean necesarios”.
Las familias reivindican igualmente “que las inspecciones y controles que se deben efectuar sirvan realmente para garantizar que se presten unos servicios de calidad desde la red pública de residencias de la Comunidad Autónoma del País Vasco”.
