La rehabilitación de este complejo es necesaria por su estado ruinoso y, por la importancia histórica, sería necesario el asesoramiento arqueológico. Lo positivo es que en su entorno viven y trabajan una familia muy agradable y colaboradora con el fin de conservar este importante patrimonio histórico y arquitectónico de Barakaldo.
1. El camino real o calzada unía las villas de Bilbao, Balmaceda y Portugalete. Su estrechez y derrumbes acabaron trasladándolo a la otra margen del Cadagua.
2. El Cadagua era navegable según mareas hasta aquí, donde hubo un puerto, y con marea baja se ve los restos de la presa. Hierro en mineral y trabajado, trigo y maíz entraban y salían de Zubileta.
3. Dicha presa alimentaba primero la ferrería y después el molino, del que se puede apreciar restos en la primera foto de este artículo.
4. Con el transcurso del tiempo y su poderío, paso de torre en el siglo XVI a casa solariega y palacio apaisado mediterráneo de Zubileta. Se ven sus transformaciones, pero su puerta de acceso, ventanas y escalera, como se ven en la segunda y tercera foto, hacen de este edificio único en Las Encartaciones.
5. Para remate, en la casa vecina de origen palacio barroco, está en su puerta de acceso el escudo de los Irauregi y Sierralta.
Como reflexión final, los políticos de Barakaldo, que no cuidan el pasado patrimonial, son los mismos que permiten en la cercana Burtzeña la desproporcionada urbanización en la antigua Tejera. Curioso, ¿no?
