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La alcaldesa Amaia del Campo (PNV) abre una crisis política con el PSE atacándole en relación al KBus

Alfredo Retortillo y Amaia del Campo firman el pacto PNV-PSE para el Gobierno de Barakaldo en 2019
Barakaldo, 9 ene 2021. Las malas relaciones de los socios de Gobierno en el Ayuntamiento de Barakaldo han estallado públicamente. El detonante ha sido la lucha por intentar rentabilizar la reforma del servicio de autobús municipal KBus y la dinamitera ha sido esta vez la propia alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), que se ha lanzado en las redes sociales con reproches y acusaciones contra el mismo Partido Socialista (PSE) que le da sus votos para la estabilidad y aprobación de presupuestos.
 
Exactamente 470 días después de que, en la sala de protocolo del edificio consistorial se sentaran juntos para firmar, el 17 de septiembre de 2019, el pacto de Gobierno, Del Campo ha utilizado su cuenta personal en la red social Facebook para golpear abiertamente al PSE liderado por Alfredo Retortillo.  

En tono irritado y obviando que los socialistas son ahora también Gobierno, la alcaldesa da su versión sobre lo que ha ocurrido con el autobús municipal desde 2009 y sostiene que desde hace 12 años ha reivindicado "en nombre" de los barrios de Kastrexana, Kadagua y Burtzeña la extensión del KBus hasta allí —el transporte empezó a funcionar e16 de abril de 2011, pero sostiene que la "respuesta de quienes entonces gobernaban en Barakaldo fue siempre un rotundo no", en referencia al PSE que ocupaba la alcaldía.

Del Campo, que, seis años después de que lo prometiera, ha presentado en solitario, sin sus socios, el nuevo servicio, arremete además contra el PSE por el "uso partidista"y el intento de "apuntarse ahora un tanto" con la reforma del KBus y le acusa de negarse a extender la línea a Burtzeña "incumpliendo el acuerdo firmado con EAJ-PNV". 

También descalifica a Elkarrekin Barakaldo y a EH Bildu, y alega que es el PNV el "partido que escucha las necesidades de cada barrio y trabaja con seriedad". Paradójicamente, Del Campo usa ahora los mismos argumentos que el PSE en 2010 y rechaza que se pida que el autobús llegue a "a cada esquina de cada barrio", en referencia a las peticiones socialistas y de la oposición de extenderlo a Kareaga y otras zonas.

El escrito de la alcaldesa ha motivado una respuesta del Partido Socialista en la misma red social Facebook, en la que comienza diciendo que las afirmaciones son "extemporáneas" y continúa asegurando que el PNV y particularmente la propia Amaia del Campo no apoyaron la creación del KBus, que efectivamente se puso en marcha con los votos en 2010 del PSE y de Izquierda Unida.

Los socialistas, que recuerdan que sus votos han permitido la ampliación del autobús municipal tanto en 2013 como en 2021, aprovechan así para ajustar cuentas. "Nos alegramos de que Amaia del Campo y el PNV hayan finalmente asumido también el proyecto y contribuyan a su mejora", escriben, insistiendo en su versión de que Del Campo rechazó inicialmente el KBus. 

El PSE no se queda ahí y da un toque de atención o advertencia: "Por último, queremos recordar -por si alguien lo ha olvidado- que hoy PSE-EE y PNV compartimos Gobierno, y sería bueno tenerlo presente cuando la alcaldesa o su escriba se acerquen a un teclado".

El PNV y el PSE en Barakaldo llevan años de enemistad manifiesta, que no ha impedido pactos de gobernabilidad tanto cuando los socialistas estaban en la alcaldía como cuando lo han estado, desde 2015, los nacionalistas. 

Sin embargo, la mala relación es incluso de naturaleza personal —la mala sintonía entre Amaia del Campo y los socialistas quedó especialmente de manifiesto desde la alcaldía de Tontxu Rodríguez— y persiste a pesar de que en el PSE ya no queda nadie de la vieja guardia, tras la marcha hace un mes de la edil socialista Ana Belén Quijada, que llegó al Ayuntamiento al mismo tiempo que Del Campo, hace 25 años.
 

Publicación de Amaia del Campo (PNV) en Facebok

Hoy es un día importante para Barakaldo, especialmente para las personas que viven en Kastrexana, Kadagua y Burtzeña.

Hace 12 años empecé como concejala de la oposición a reivindicar en nombre de estos barrios su derecho a contar con el Kbus. La repuesta de quienes entonces gobernaban en Barakaldo fue siempre un rotundo no. Años después, ya desde la responsabilidad de la alcaldía, seguimos trabajando para hacer realidad el actual proyecto de KBUS, un servicio para unir los barrios entre sí y con el centro de la ciudad.

Mañana el Kbus llegará por fin a esos barrios. Tal como nos comprometimos, el Kbus llega a Burtzeña, Kastrexana y Kadagua como proyecto piloto. Ademásm tal como nos comprometimos con el resto de partidos en el Pleno, se está realizando un estudio sobre demanda real del servicio para adecuarlo a las necesidades reales de esos barrios.

Es triste que una noticia positiva como esta llegue con polémica y uso partidista de quienes son representantes de los barakaldeses y barakaldesas. Mientras el PSE, el mismo que negaba el autobús a Burzteña incumpliendo el acuerdo firmado con EAJ-PNV o preguntaba en la comisión que trataba el asunto qué era Kastrexana y por qué pedían el Kbus, se intenta apuntar ahora un tanto que es solo de los propios barrios, que han peleado por sus derechos contra viendo y marea; mientras Bildu y Podemos tratan ahora de restar ilusión argumentando que el autobús debe llegar a cada esquina de cada barrio  sin haber nunca traducido en propuesta reales, con números concretos de cuánto cuesta y cómo se puede pagar; a pesar de todo eso, hoy es un día importante en Barakaldo. Mejoramos en sostenibilidad, con un mejor transporte público, con vehículos más sostenibles y accesibles, con barrios más unidos y cohesionados.

Como representante de EAJ-PNV me siento orgullosa de un partido que escucha las necesidades de cada barrio y trabaja con seriedad para tratar de darles respuesta, de haber trabajado de la mano de los vecinos y vecinas de cada barrio y haber conseguido que el KBus sea una realidad en Urban, Burtzeña, Kastrexana, Las Delicias y Kadagua. Como alcaldesa de Barakaldo, me ilusiona un proyecto que nace hoy y que seguirá creciendo y mejorando, escuchando las necesidades reales de nuestros barrios y tratando de darles respuesta.

Por fin mañana el Kbus llegará a Burtzeña, Kastrexana y Kadagua con este proyecto piloto que seguirá creciendo y adaptándose a las demandas de los barrios. A todas las personas que durante años habéis trabajado para que esto sea una realidad, Zorionak!


Publicación del Partido Socialista (PSE) en Facebok

Ante las extemporáneas afirmaciones aireadas a través de la cuenta personal de la alcaldesa de Barakaldo en Facebook, el Partido Socialista en Barakaldo y Cruces se ve en la necesidad de realizar las siguientes precisiones:

  1. El proyecto de un transporte interurbano para Barakaldo y sus barrios es una apuesta netamente socialista. El KBUS no solo nace en 2010 con un alcalde socialista, sino que para su tramitación además del voto favorable de los socialistas contó únicamente con el apoyo de Ezker Batua – Izquierda Unida de Barakaldo. El PNV no lo apoyó entonces y la única corporativa que desde entonces permanece en el Ayuntamiento, hoy alcaldesa, votó en contra de su implantación.
  2. Cualquier mejora del servicio ha contado siempre con el apoyo del Partido Socialista, ya fuera desde el gobierno o desde la oposición. Lo tuvo en 2013 con la extensión del KBUS a Desierto-Urban y El Regato. Y lo ha tenido ahora para los nuevos trayectos a Burtzeña, Castrejana y Cadagua, con el voto favorable en sendos plenos de 2019 y 2020, defendiendo la demanda de sus vecinos y vecinas.
  3. El Partido Socialista sigue proponiendo además la ampliación del servicio a Kareaga, la mejora de sus frecuencias y el establecimiento de paradas a demanda.
  4. Nos alegramos de que Amaia del Campo y el PNV hayan finalmente asumido también el proyecto y contribuyan a su mejora. Y por ello todos y todas deberíamos felicitarnos de que hoy Barakaldo estrene una nueva flota más eficiente y sostenible del KBUS y nuevos trayectos a más barrios.

Por último, queremos recordar -por si alguien lo ha olvidado- que hoy PSE-EE y PNV compartimos Gobierno, y sería bueno tenerlo presente cuando la alcaldesa o su escriba se acerquen a un teclado.