Los despidos o expediente de regulación de empleo (ERE) han llevado a la plantilla de la planta en el barrio de Desierto así como a la situada en Sestao a una huelga indefinida desde comienzos de enero. La representación de los trabajadores rechaza la rescisión de contratos y alega que la actual crisis es coyuntural y se debe a la pandemia, por lo que no deben, a su juicio, adoptarse medidas estructurales traumáticas.