La gestión administrativa de estas ayudas extraordinarias se ha realizado en un tiempo record por parte de Inguralde, que ha reforzado su equipo técnico para poder atender de manera individualizada cada caso. En este sentido, a los canales habituales de comunicación de la administración pública se ha unido el tratamiento personalizado con lo/as demandantes, a través del teléfono o el correo electrónico.
Según los datos registrados en Inguralde, hasta el 10 de diciembre – fecha límite para la presentación de solicitudes- se registraron 403 peticiones. De ellas, 271 necesitaron subsanación y, a día de hoy, la gran mayoría ya ha presentado la documentación requerida, por lo que se ha finalizado el trabajo de recepción, análisis y apertura de expedientes.
En consecuencia, las 173 solicitudes presentadas de manera correcta ya han sido fiscalizadas y se han puesto a disposición de Tesorería para proceder al pago. El resto se encuentra en fase de verificación de aspectos administrativos, como estar al corriente de pagos o en el registro de hoja de terceros, por lo que próximamente pasarán al departamento de Intervención para ser fiscalizadas. Si todo discurre correctamente, está previsto que en enero se realicen todos los pagos.
Teniendo en cuenta que las ayudas extraordinarias son de 800 euros por establecimiento, si las 403 solicitudes son finalmente aceptadas, la subvención directa al sector hostelero de Barakaldo habrá alcanzado los 322.400 euros.
“Nuestro compromiso era que todas las personas que solicitaran la ayuda la pudieran percibir, y para ello habíamos garantizado una partida presupuestaria suficiente”, ha recordado el concejal de Promoción Económicas David Solla. “La hostelería representa mucho para la economía, el empleo y la vida del municipio, y queremos que sepan que cuentan con nuestro apoyo, especialmente en estos momentos tan duros”.
Batería de ayudas al sector
Las ayudas a fondo perdido se suman a las diferentes medidas que se encuentran en vigor, y que incluyen un servicio de intermediación en alquileres, una campaña de bono-consumo y la gratuidad de la tasa de terrazas. De hecho, si un establecimiento ha accedido a todas las iniciativas desarrolladas por el Ayuntamiento desde la declaración del primer Estado de Alarma, habrá podido recibir más de 2.000 euros por parte del consistorio, a los que habría que añadir la recuperación del importe invertido en las terrazas, con un coste medio de 3.500 euros anuales.
