"Cumpliremos cada uno de esos compromisos porque los hombres y mujeres de EAJ-PNV somos gente de palabra". La frase es del 20 de mayo de 2015. En cuatro años, apenas ha llegado a un 18%, que sube a un 25% si se tienen en cuenta los realizados parcialmente. La lista de pendientes ronda los 300, entre ellos buena parte de las promesas que ahora ha vuelto a hacer y que nadie recuerda que ya se formularon públicamente en 2015.
El listado de lo pendiente es extenso y en él se recoge buena parte de lo que ahora Amaia del Campo ha vuelto a presentar como novedoso: solucionar las deficiencias en el alumbrado público, la instalación de rampas mecánicas de Zuazo a San Vicente por Eguzkiagirre, cubrir el patio del colegio Rontegi, instalar columpios adaptados cubiertos y guarderías de cero a tres años en todos los barrios, reformar la casa de cultura de Retuerto, el centro cultural y polideportivo con piscina cubierta en Lutxana, el KBus a Kastrexana, cubrir el frontón de El Regato, abrir las lonjas de Pormetxeta y usar la ría para fines lúdicos y los accesos mecánicos de Burtzeña a Cruces.
Por barrios, en Arteagabeitia Zuazo no ha habido ninguna noticia del cubrimiento del frontón de Eguzkiagirre ni de las mejoras en la casa de cultura. En San Vicente, sigue a la espera la ampliación de la ikastola Alkartu, faltan meses para terminar las obras de la ciudad deportiva San Vicente que lleva tres años de trabajos y los columpios cubiertos son un contrato que todavía no se ha firmado.
En Rontegi, además del patio cubierto y de los columpios con tejavana, el parque Urkullu ha vuelto a ser presentado esta campaña electoral como un lugar donde habrá espacios de ocio. Mientras, en Retuerto, el PNV prometió hace cuatro años desde un frontón cubierto en la zona del campo de futbito junto al río Castaños a conectar el carrilbici con el de Trapagaran y reformar la plaza.
La zona de Lutxana y Llano ha logrado sus rampas mecánicas a Cruces pero no se ha dado ni un paso en el centro cultural, piscina cubierta, nueva biblioteca o las eternas promesas de construir la carretera interfábricas, cubrir el frontón de Llano, habilitar los pabellones del Museo de la Técnica para centro sociocultural, impulsar la habilitación de huertos ecológicos urbanos, rehabilitar las casas de las calles de Lutxana y recuperar el palacete de la Finca Munoa, que sigue cerrado al público.
Para Kastrexana, el PNV ha vuelto a prometer ahora que llegará el KBus. Hace cuatro años, además se habló de eliminar el paso a nivel del tren, de un aparcamiento de superficie en Las Delicias, de crear un centro sociocultural o de un equipo permanente de limpieza de montes que ahora de vuelve a ofertar.
Aunque es un barrio de voto tradicional al PNV, el área de El Regato y Gorostiza también espera desde 2015 que se cumpla la promesa de modernizar y acondicionar el polideportivo de Gorostiza —esta campaña se ha vuelto a anunciar—, que se cubra el frontón de El Regato, que se use el pantano para actividades acuáticas o que se ponga, como ahora se ha dicho como novedad, una cubierta móvil para usar las piscinas descubiertas todo el año.
En Desierto se ha abierto la cafetería del polideportivo y el spa —aunque con problemas— y se construyó la pasarela sobre la estación de Renfe. A cambio se esperan los columpios cubiertos, el 'txoko' con ludoteca en el polideportivo, la casa de cultura, la escuela de pesca en la ría, el centro de jubilados, el soterramiento de la parada de tren, o la apertura y cesión de las lonjas de la plaza Pormetxeta, que en la actual campaña se ha presentado como una oferta estrella.
El PNV prometió al barrio de Cruces en 2015 que el KBus llegaría La Dinamita, se cubriría el frontón de La Paz, se mejoraría la accesibilidad a la plaza de Cruces, que sería además reformada, igual que el campo de fútbol de La Siebe.
La "humanización" de Herriko Plaza y el parque de los Hermanos ha sido prometida con estas mismas palabras este mayo de 2019 como Amaia del Campo lo hizo en mayo de 2015. El centro tampoco tiene mejoras de las viviendas de San Juan, Juan de Garay y Prometxeta, ni ha mejorado la situación de las lonjas vacías y los locales municipales de la calle Karranzairu tampoco han sido destinados a usos de las asociaciones, como tampoco se ha hecho la reforma del frontón.
Burtzeña fue combativo por la actitud de la alcaldía del Partido Socialista, pero el Gobierno del PNV tampoco ha supuesto que se hayan cumplido los compromisos, como los accesos mecánicos a Cruces, la pavimentación de la calle Zubileta, el arreglo de los pisos municipales de Zurbarán para su uso social, siguen las quejas por las emisiones de Bilbaína de Alquitranes, no hay columpios cubiertos ni arreglo de la calle Zumalacárregui hasta Lutxana, ni hogar del jubilado, ni humanización de la plaza Burtzeña o eliminación de la infravivienda en la calle 8 de Septiembre, mientras duerme el sueño de los justos el Parque Empresarial de Burtzeña y el soterramiento de las vías.
El programa del PNV prometía para Beurko Bagatza que la Esucela de Minas iba a tener locales de ensayo de grupos de música y un local juvenil "autogestionado", y se iba a crear una casa de cultura en el barrio y se mejorarían los pisos en La Sindical, La Herradura y Beurko Viejo.
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