Por Amaya Fernández, secretaria general del PP vasco
Barakaldo, DIA MES 2018. El presente año concluirá en Barakaldo después de que se haya generado un gran perjuicio a 540 estudiantes que cursan desde Educación Secundaria hasta Bachillerato en el IES Trueba. También a sus respectivas familias. La escena es grave y cualquier padre o madre sería capaz de imaginarse el agravio, llevado a la práctica entre la desinformación y la opacidad del Gobierno vasco y la inoperancia de la alcaldesa de Barakaldo, incapaz de ejercer su liderazgo y hacer de altavoz ante el Ejecutivo autonómico de las justas reclamaciones de los afectados.
El pasado 4 de diciembre la alcaldesa convocó una Junta de Portavoces en el Ayuntamiento para informar a los grupos municipales del desalojo inmediato del instituto Trueba por carencias estructurales del edificio, así como el traslado inmediato de los alumnos al centro Artazu Goikoa de Bilbao. A los grupos, ya entonces, nos sorprendió cómo una decisión así se podía adoptar de forma tan brusca. Nuestra sorpresa fue aún mayor al comprobar que los padres de los alumnos afectados se enteraron de la medida por boca de sus propios hijos, que les anunciaron por teléfono que ese mismo día debían abandonar su centro educativo. Un sinsentido.
Si ya entonces el anuncio evidenciaba carencias de gestión y pura improvisación, la reunión que el PP de Barakaldo mantuvo con el presidenta de la AMPA, Pedro García, alumbró más interrogantes. Nos informó de que en una obra realizada en el instituto hace un año, el correspondiente estudio para analizar la cimentación detectó problemas de carbonatación. Estos problemas, se expuso en aquel momento, podrían estar ocasionados por la baja calidad del hormigón empleado en el edificio que, junto con la humedad, habían producido su oxidación paulatina. Entre los meses de enero y febrero de 2018 se trasladó a la AMPA la posibilidad de que la zona fuese derribada.
Desde febrero hasta hoy han mediado un informe no concluyente y otro que propuso dos opciones: el desalojo o el apuntalamiento para que, al menos, los alumnos pudiesen terminar el curso escolar. Lo primero siempre debe ser la seguridad de alumnos y profesores, pero el hecho de que el desalojo del instituto se haya realizado del modo en el que se ha realizado, a las bravas y con los chavales como difusores de la información, demuestra una clara carencia en el modo de trabajar del Departamento de Educación, marcado por la falta de transparencia del Gobierno vasco y un claro déficit de gestión.
Es imprescindible que todos los agentes con capacidad decisoria, sobre todo el Gobierno vasco, se comprometan con los intereses de la ciudadanía de Barakaldo y manifiesten de forma clara y contundente que no recalificarán los terrenos en los que se emplaza el centro. Del mismo modo, que se garantizará la construcción del nuevo edificio y que harán partícipes en todo el proceso a la comunidad educativa, a la que hasta ahora han mantenido a oscuras.
El IES Trueba no es únicamente un instituto, es un centro clave en Barakaldo y un lugar importante para una comunidad que quiere seguir beneficiándose de sus características, como ser el único instituto que ofrece el modelo A, B y D; como encontrarse a escasos tres minutos del centro del municipio.
Que la decisión de desalojo y de reubicación de alumnos se produzca en medio de un clima de incertidumbre y a las puertas del mes de enero, de escasa actividad parlamentaria y por tanto de control al Gobierno vasco, es algo que pone en el punto de mira al Departamento de Educación, que debe exponer todos los informes técnicos existentes sobre las carencias estructurales del IES Trueba y explicar los trámites y plazos necesarios para la realización de las obras en el IES Minas, así como la reubicación de los alumnos del IES Trueba y Alkartu. En definitiva, reaccionar de forma transparente, permitir la participación de las familias y desterrar de una vez por todas la falta de transparencia. Urgen soluciones ya.
Amaya Fernández
Secretaria general del PP vasco
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