Por el Grupo Municipal Socialista de Barakaldo (PSE-EE)
Barakaldo, 25 nov 2018. Han transcurrido tres años y medio desde que Amaia del Campo tomó las riendas del Ayuntamiento y los Socialistas estamos muy preocupados por la situación de nuestro municipio. Los problemas no dejan de crecer en Barakaldo y, desgraciadamente, el Gobierno del PNV no está tomando las medidas adecuadas para solucionarlos.
Barakaldo experimentó una importante transformación urbana y social de la mano de los Gobiernos del Partido Socialista. Pasamos de ser una ciudad gris a una urbe con amplias zonas verdes, calles renovadas y nuevos servicios para los vecinos y vecinas como una red de casas de cultura, polideportivos, centros juveniles y para mayores, rampas mecánicas, autobús urbano...
Aún queda mucho por hacer para seguir mejorando la calidad de vida de los barakaldeses y barakaldesas. Sin embargo, con Amaia del Campo la transformación de la ciudad ha sufrido un frenazo importante. La alcaldesa y su equipo no tienen un proyecto para Barakaldo. No tienen una visión de futuro y les gusta mirar al pasado, echar la culpa a los demás. Pero los datos les desmienten.
En estos tres años y medio los nacionalistas han repetido machaconamente consignas como que se encontraron Barakaldo “en una situación económica difícil”. La realidad: heredaron el tercer gran Ayuntamiento menos endeudado de España (datos oficiales del Ministerio de Hacienda). Las arcas municipales tienen dinero. Y es que el Ayuntamiento acumula desde 2012 un superávit de 43,7 millones de euros (datos oficiales de las liquidaciones presupuestarias).
No se entiende así que Barakaldo sufra tantos problemas. Basta con echar un vistazo a las redes sociales para comprobar que cada vez es más frecuente que haya colegios sin calefacción, calles sucias o barrios enteros sin luz. El mantenimiento de las instalaciones deportivas deja también mucho que desear (niños/as que se duchan sin agua caliente, campos de fútbol impracticables…) y los robos y delitos contra la libertad sexual se han disparado.
Las falsas promesas de Amaia del Campo y su equipo inundan todos los días los medios de comunicación. Con el tiempo la verdad se abre camino y, con ella, crece el malestar entre la ciudadanía. ¿Y qué hace la alcaldesa? ¿Hacer frente a los problemas? No. Ella prefiere acallar las críticas con una actitud muy poco democrática. Y es que ya llevamos 10 plenos municipales en los que ha expulsado al público asistente. Son personas que representan a colectivos que se habían acercado a protestar por diversas causas: los trabajadores y trabajadoras del Taller Usoa reclamaron durante meses que se les pagara lo que se les debía, la plantilla del Servicio de Ayuda a Domicilio que no se recortaran sus condiciones laborales y la comunidad educativa del Colegio La Milagrosa que no se cerrara este histórico centro educativo. Por poner solo unos ejemplos.
Muchos de estos problemas tienen un mismo motivo: la subasta de los servicios del Ayuntamiento. Al adjudicárselos a la empresa más barata, se está poniendo en riesgo no solo las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, sino también la calidad de los propios servicios.
Mientras tanto, la alcaldesa y su equipo se gastan medio millón de euros al año en publicidad y propaganda y otros 300.000 euros en los premios MTV, que no han generado riqueza en Barakaldo, pero sí han producido muchas molestias. Cuestión de prioridades.
La herencia del Gobierno del PNV es un Barakaldo que va a peor. Los vecinos y vecinas no se merecen una alcaldesa que está demostrando que el cargo le viene muy grande. Los Socialistas solo podemos sacar una conclusión de estos tres años y medio de mandato jeltzale: que Amaia del Campo es un problema para Barakaldo.
Éste es un espacio cedido por 'Barakaldo Digital' gratuitamente y en igualdad de condiciones a todas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento de Barakaldo ante la celebración, el 26 de mayo de 2019, de las elecciones municipales
