La obra surge de un episodio real que vivió Mayorga durante unas vacaciones familiares, cuando se encontró una mañana con sus gafas de miope rotas. Tras unos instantes de confusión, recordó que tenía unas gafas de natación graduadas, de color azul. Se las puso y se fue al supermercado a hacer la compra.
Tras una semana viviendo con esas gafas y viendo todo de color azul, empezó a surgir esta hilarante historia entre la imaginación, los sueños y la realidad, en la que el actor César Sarachu da vida a una decena de personajes.
Sinopsis
Una mañana, al despertar, encontré en el suelo, rotas, mis gafas de miope. Tras algunos instantes de desconcierto, recuperé la calma al recordar que tenía otras gafas graduadas: las de natación.
El dramaturgo y académico electo Juan Mayorga propone en Intensamente azules, su quinto montaje como director y el más ingenioso en cuanto al humor que late en él, una historia con “origen biográfico” que se mueve entre la imaginación, los sueños y la realidad. Una disparatada metáfora sobre la fascinante aventura de atreverse a mirar el mundo como por primera vez, sobre cómo nos percibimos y cómo percibimos a los demás.
Fue el reencuentro con el actor César Sarachu, al que Mayorga ya dirigió en Reikiavik, el que decidió finalmente al dramaturgo a hacer de este relato un montaje teatral que traslada al escenario, con enorme expresividad y poesía escénica, un alegato sobre el orden y el desorden de las cosas y sobre la manera que tenemos de observar nuestro pequeño mundo cotidiano.
