Desde el balcón de la iglesia, las cuadrillas Maraviciosos y De Bar en Peor han tomado la palabra para animar en su pregón a “ser unos magníficos chefs en los concursos gastronómicos, demostrar las habilidades ocultas en el lanzamiento de chapela y papel higiénico, y mover el esqueleto en verbenas y alardes”.
También han agradecido la colaboración de establecimientos, bares, comercios y del grupo de danzas Erreka-Ortu en la materialización de las fiestas, antes de mostrar su rechazo a las agresiones sexistas y dar paso a la pirotecnia. El ganador del concurso de diseño del pañuelo de fiestas, Samuel Herbosa, ha sido el encargado del chupinazo.