por Silvia Bolaños
Expectación en los jardines de la Finca Munoa. Son las once de la mañana de un soleado domingo y el parque acoge paseantes. Más de los que acostumbra. Una veintena de vecinos espera ante las escalinatas del palacete. Son los primeros afortunados que este 3 de junio cruzarán las puertas del palacete de la Finca Munoa, abierto por primera vez al público, para disfrutar de la visita guiada por el interior organizada para conmemorar el I Año europeo de Patrimonio Cultural. En total 80 vecinos —de más de 2.300 solicitantes— lograrán descubrir los misterios que el edificio de cuatro plantas alberga a través de un viaje en el tiempo de la mano de dos educadoras del Centro de Interpretación Histórico y Medioambiental (Cihma) de El Regato.
Ubicado en la colina Munoa con vistas a la ría del Nervión y al río Cadagua, el edificio original fue mandado construir por Juan Echevarría La Llana en 1860 como residencia de verano. Sin embargo, la construcción que se visita es la remodelación de 1916, obra del arquitecto Ricardo Bastida, que encargaron Rafael Echevarría – sobrino de Juan Echevarría- y Amalia Echevarrieta -hermana del magnate Horacio Echevarrieta-.
El recorrido por la planta baja de esta majestuosa mansión de estilo segundo imperio francés comienza en el vestíbulo. Un espacio especialmente pensado para impresionar al visitante y transmitir el poder económico de la familia con elementos decorativos en las pilastras y una gran puerta central que conduce a una escalera imperial.
A ambos lados del vestíbulo se encuentran dos estancias que sirven de antesala al salón principal y al comedor, situados de forma simétrica en las dos alas del edificio. Las paredes de las salas están decoradas con marquetería en su parte baja y paneles con telas y tapices en la zona alta y las molduras del techo con decoraciones lineales o florales creando figuras geométricas. Esas mismas figuras se repiten creando patrones en los suelos de madera del palacete, que antaño vistieron alfombras.
En el salón principal la chimenea central acapara todas las miradas. Está presidida por una imagen de Juan Echevarría La Llana, exalcalde de Bilbao, apoderado de Barakaldo en las Juntas Generales de Bizkaia, diputado y senador.
Comparten espacio en el salón un piano de 1840 y un imponente órgano que estaba proyectado en el diseño del inmueble de Ricardo Bastida. Los cortinones cubriendo los ventanales, los interruptores y los calefactores se mantienen intactos y las librerías, ahora vacías, y los sillones de color granate ayudan a imaginar el palacete burgués lleno de vida.
Por el pasillo se accede a las estancias privadas. En la parte trasera del edificio se encuentra el despacho que cuenta con paredes enteladas, una vidriera y una caja fuerte oculta.
Junto a él, se ubica una pequeña capilla de estilo neomedieval con altar y reclinatorios. Dividiendo el espacio en dos, la escalera principal está coronada por una vidriera de gran tamaño. Es el camino a la primera planta de la mansión, por el momento cerrada al público, que esconde varios dormitorios y baños.
Al otro lado de la escalera, se ubican el cuarto de la costura decorado con una vidriera de San Cosme y la escalera complementaria que da acceso a las dos plantas que se dedican al servicio, el sótano —donde se ubican la cocina, la bodega, el almacén, la caldera o la zona de plancha— y la segunda planta que alberga los dormitorios de los criados.
Al final del pasillo se localiza un comedor de gran tamaño con marquetería casi hasta el techo, paneles entelados y amueblado con vitrinas y aparadores. Desde la puerta lateral del comedor se accede a un ‘office’ con baño y desde la principal a otro pequeño salón lateral con dos nichos para exhibir elementos decorativos como jarrones o figuras.
La visita guiada finaliza con una proyección de imágenes del palacete habitado por los familiares de Horacio Echevarrieta y un repaso por la contribución de la familia a la cultura vizcaína como mecenas de pintores de finales del siglo XIX y principios del XX.
La Finca Munoa permaneció cerrada hasta el año 2014. En 2015, cuando el Ayuntamiento se hizo con la propiedad de los terrenos, se abrió al público el jardín de estilo inglés y el pasado año la finca —el palacete, las cocheras, el jardín y las esculturas— fue catalogada como conjunto monumental por el Gobierno Vasco.
Las obras de arreglo del tejado obligarán a cerrar nuevamente el palacete, aunque se confía en retomar las visitas al interior tan pronto como acaben los trabajos. Para disfrutarlo en todo su esplendor y seguir descubriendo sus tesoros ocultos habrá que seguir esperando.
Nota de prensa del equipo de Gobierno municipal (PNV)
El Palacio Munoa muestra su interior en su primera jornada de puertas abiertas
- 80 personas han podido descubrir los secretos del palacio de veraneo de Horacio Echevarrieta gracias al I Año Europeo del Patrimonio Cultural, organizado por la Diputación Foral de Bizkaia
- El Ayuntamiento de Barakaldo pondrá en marcha nuevas visitas guiadas al interior una vez finalicen las obras de la cubierta
Las puertas del Palacio Munoa se han abierto de par en par por primera vez. El Primer Año Europeo del Patrimonio Cultural, organizado por la Diputación Foral de Bizkaia, ha comenzado hoy con esta iniciativa promovida junto al Ayuntamiento de Barakaldo para mostrar el interior de su joya, Munoa.
A lo largo de la jornada se llevarán a cabo cuatro visitas, dos por la mañana y dos por la tarde, con grupos de 20 personas cada en cada una de ellas. Más de 2.300 personas mostraron su interés por descubrir este tesoro barakaldés, que siempre ha sido un misterio pera las y los barakaldeses. Un sorteo, realizado el pasado 25 de mayo, seleccionó a las 80 personas que realizarán las visitas.
Se recorrerá la planta noble del palacio, que cuenta con el vestíbulo, el pasillo, el gran salón, el comedor, el office, la capilla, el despacho de Horacio Echevarrieta, dos salones más, la escalera y la gran vidriera central. El personal del Centro de Interpretación Histórica de Barakaldo ha sido el encargado de guiar las visitas, que han sido formadas gracias a la investigación histórica que se ha desarrollado en estos últimos años.
Puesta en valor de la Finca Munoa
La Finca Munoa se encuentra entre los barrios de Gurutzeta, Llano y Burtzeña. Su jardín de 60.000 metros cuadrados y su palacio siempre han estado ocultos a la ciudadanía hasta que, en 2015, se convirtió en un terreno municipal y fue abierta al público como parque. Desde entonces, el equipo de gobierno ha trabajado en cuatro ejes para poner en valor esta joya:
-La investigación, tanto de la historia de su arquitecto, Ricardo de Bastida como de sus propietarios, la familia Echevarria-Echevarrieta.Hoy se han abierto las puertas del Palacio Munoa por primera vez, pero no será la única vez. El Ayuntamiento de Barakaldo está trabajando en un calendario de visitas que se pondrá en marcha una vez finalicen las obras de la cubierta del Palacio Munoa, ofreciendo la oportunidad de conocer su interior a todo el que lo desee.
-La protección de la Finca, reconocida como Patrimonio Cultural en febrero de 2017 por Gobierno vasco.
-Las reformas del palacio y su entorno, a través del derribo del muro de piedra que rodeaba la Finca y la construcción de una verja que imitara a la original, y a través de las obras de reforma de la cubierta, que comenzarán próximamente, y que supondrá una inversión de 500.000 euros.
-El impulso del conocimiento y el uso público de la Finca Munoa, con la celebración de distintos programas como Munoa Bizi, visitas guiadas a la Finca Munoa, las visitas nocturnas, el Festival de Fotografía de Barakaldo (Baffest).