Aplausos de decenas de personas han despedido a los bomberos de la Diputación de los parques de Urioste (Ortuella) y de Derio que han participado en el simulacro de rescate realizado ante el hospital de Cruces (Barakaldo) con motivo de la celebración, este 8 de marzo, del patrón de los bomberos: San Juan de Dios. Para el disfrute de niños y adultos, efectivos del servicio de extinción de incendios han desplegado su escala y han ascendido y descendido por la fachada del hospital de Cruces, con visita incluida a los pequeños hospitalizados. Abajo, en la plaza, esperaba un coche volcado sobre su lateral. En el interior, atrapado, una víctima consciente, con herida sangrante, que pedía auxilio y mencionaba a su perro, que iba con él en el turismo en el momento del accidente recreado. Tras las vallas, los vecinos y visitantes esperaban preparados con sus teléfonos móviles para fotografiar y grabar en vídeo el momento. Tras comprobar que no había riesgo de explosión por escape de carburante, los bomberos analizaban los dos planes —A y B— para sacar al conductor atrapado en el coche. Si el estado de esta persona se agrava y pierde la consciencia, actuarán con extrema urgencia y sacarán de inmediato al herido a través de la luna delantera, convenientemente desmontada. Afortunamente, la víctima sigue despierta, así que se apuesta por el plan A, más lento, que obliga a cortar el techo del vehículo, pero que permite una evacuación sin riesgos de lesiones medulares, como explica el cabo Jerórimo Rúa, que señala que este tipo de accidentes son intervenciones frecuentes para los bomberos, más que los incendios. Para poder actuar adecuadamente, todos realizan cada dos o tres meses prácticas de desencarcelación. Este entrenamiento y la participación en campeonatos permite al cuerpo estar al día de las nuevas técnicas para resolver estos casos cada vez mejor. ¿Y el perro de la víctima? Esta vez ha tenido suerte y ha escapado por su cuenta. No necesitará rescate.
