publicidad

BarakaldoComercial | La madre coraje Emilia García celebra 35 años de su puesto de lotería

Santi y su madre Emilia posan, junto a un cliente de siempre, ante su administración número 5
Santi y su madre Emilia posan, junto a un cliente de siempre, ante su administración número 5
"Ya soy mayorcita", dice Emilia García García (Bilbao, 1942) desde su administración de lotería, la número 5, en la calle Arteagabeitia, que este 5 de diciembre ha cumplido 35 años y que puso en marcha cuando su hijo pequeño tenía —sí— cinco años. Su administración repartió en 2015 un total de 478.783 euros en premios. Para alguien que se dedicar a repartir tanta suerte, la fortuna fue esquiva con ella cuando era joven. Con sólo 38 años, precisamente un día 5, perdió a su marido de 44. Su hija tenía entonces 13 años. El niño, sólo cinco. Viuda, sola ante el drama con el único apoyo de su madre, tuvo que tirar para adelante para sacar adelante a su familia. Y de nuevo aparece el número cinco en su vida. Cinco meses después del fatal suceso, Emilia García, el 5 de diciembre de 1981, abría las puertas de la que no podía ser otra que la administración número 5 de Barakaldo, que nació —cómo no— en el número 5 de la calle Gaudí, en Zuazo, aunque hoy está en el 17 de la calle Arteagabeitia.
Heredero del proyecto, Santi Fernández (Barakaldo, 1976) ha trabajado extra las últimas horas para decorar con globos el exterior del local y preparar unos dulces para sus clientes para celebrar este aniversario. Son clientes de toda la vida de Emilia García, esa mujer criada en la carretera nueva (hoy avenida de Euskadi) a la que tantos conocen en Zuazo y Arteagabeitia y que demuestra ser una auténtica madre coraje, que. luchadora, ha plantado cara a una vida extraordinariamente dura.

Tres décadas y media después, las puertas de azul añil siguen abriendo para atender a los vecinos y visitantes que prueban suerte y comprueban si ha habido premio —ahora lo pueden hacer en una máquina que lee el código y da el resultado al instante—. "Media vida" en la administración, señala esta vecina del barrio, ya jubilada, que dice haber estado "muy contenta" al frente de este establecimiento, que tan "buenos recuerdos" le ha dejado. Acercarse a la administración, charlar con los clientes, le da "vidilla", aunque ya está todo en manos de su hijo, Santi, que ha estado desde los 18 años junto a su madre en este local.

Su trabajo ha dado muchas alegrías a los clientes. Hace 20 años, el 16 de agosto de 1996, entregaban el premio de bonoloto más grande de Euskadi hecho con máquina: casi 154 millones de pesetas. Emilia García es una profesional y no desvela quién pudo ser el afortunado o afortunada en aquella ocasión. No ha sido el único. Hace 10 años, un 5 de noviembre, entregaba 62.000 euros de La Primitiva, en 2010 eran 49.500 y ese mismo año vendía el primer premio de la lotería del 4 de marzo. En 2013 era una bonoloto de 35.500 euros, en diciembre de 2014 El Quinigol y el 4 de noviembre de 2015 una quiniela de 14 aciertos. La administración tiene sus números fijos para todos los sorteos de lotería, a los que está abonada permanentemente: el 17.840 y, por supuesto, los terminados en cinco 12.195 y 07.455.