por María José Cantalapiedra
"Resulta sorprendente que una campaña para promocionar el euskera, piedra filosofal del PNV, se decida chiquiteando" |
Uno de los comentarios que recoge esta noticia expresa lo siguiente: “Así es como debería ser el funcionamiento del gobierno, creo iniciativas, resulta que existen discrepancias y estos toman nota y deciden eliminar la imagen”. A mi modo de ver los gobiernos deben escuchar y deben tener criterio, ambas cosas. Esto es, no pueden “eliminar” las decisiones tomadas cada vez que surjan discrepancias. Habrá ocasiones en que, tras escuchar, tengan que defender sus decisiones y mantenerlas y habrá ocasiones en que, tras escuchar, tengan que retractarse.
Lo que no se entiende bien es que el equipo de Gobierno dependa del criterio de otros y no tenga el suyo, en este caso para valorar la pertinencia de la imagen que promociona el aprendizaje del euskera. Ante una queja vecinal y la denuncia de Irabazi y EH Bildu pide disculpas y retira un cartel que, entendemos, había recibido su visto bueno. Y añade que tendrá “en cuenta esta queja para que no se repita este caso en campañas futuras”.
¿Qué significa que no se repita este caso? ¿Que no haya quejas? ¿Que se ha dado cuenta, porque se lo han dicho, de que es machista? A mi parecer el problema del cartel tiene más que ver con la eficacia comunicativa que con el machismo. No se entiende bien el mensaje aunque el lema es expresivo porque la imagen no consigue completar su sentido. Pero en todo caso resulta sorprendente que una campaña para promocionar el euskara, piedra filosofal del PNV, se decida chiquiteando: que pongo que quito el cartel jorrrllll.