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El Teatro Barakaldo acoge una comedia negra sobre el suicidio y el negocio sin escrúpulos

Para morirse de risa
Este sábado 31 de enero, a las 20.00 horas, en el Teatro Barakaldo  Entrada: 10,12, 13 y 15 euros
Comunicado. La compañía donostriarra Vaivén presenta su última producción 'Happy end'. Una comedia negra sobre una curiosa agencia clandestina cuya misión reside en encontrar personas que estén dispuestas a colaborar en un suicidio a cambio de ser asistidos en el suyo propio.


HappyEnd es una asociación clandestina que proporciona a los suicidas ayuda para llevar a cabo su propósito relacionándolos entre sí. A cambio de ayudar a suicidarse previamente a otra persona, HappyEnd se compromete a encontrar a otro individuo que le asista en el momento definitivo. La Asociación ha florecido al amparo de la crisis, pero últimamente, los brotes verdes y un optimismo creciente han provocado que los suicidas empiecen a brillar por su ausencia. Es decir, mientras el mundo sale de la crisis, HappyEnd entra en ella… El conflicto que mueve la acción es que el teléfono deja de sonar cuando Ainhoa, una suicida que ha cumplido su parte del trato, aguarda impaciente a que Gabriela, la coordinadora de la Asociación, le proporcione un asistente. Los requisitos que han de cumplirse para entrar en HappyEnd son muy estrictos, pues es una asociación que se vanagloria de no tener tacha moral. Pero dadas las circunstancias, tal vez sea preciso hacer una excepción con Martín…

Fieles a nuestro compromiso con la realidad, en esta ocasión hablamos de la crisis y “sus derivados”, de los negocios que afloran alrededor de cualquier desgracia y de un tema tabú como la libre y difícil decisión de dejar de respirar. Arrancamos desde el humor negro para transitar después reflexiones sobre, una vez más, la condición humana (la vida es puro teatro y viceversa). Ponemos voz a quienes sienten que “la crisis aprieta pero sí ahoga” e hincamos el diente a un posible debate social (y para muchos, moral) sobre una decisión personal. Con o sin final feliz; eso, siempre, queda en manos de ustedes, quienes han venido a compartirlo.