Abre al público la fase 1 del parque de la ribera en Desierto con 7 meses de retraso y sin fecha para la fase 2

Barakaldo, 31 mar 2025 . Más de siete meses acumula ya de  retraso  el acondicionamiento de la primera de las dos fases del  parque de la ribera  en el barrio de Desierto, una obra (fase 1) adjudicada por  8,5 millones de euros . Iba a estar listo a finales de 2023 pero formalmente empezó el 15 de febrero de ese año.  Iba a tardar 18 meses (hasta el 15 de agosto de 2024), pero se retrasó al "otoño" pasado y, finalmente, la apertura se produce, a efectos de publicidad, este 31 de marzo de 2025. Sigue sin haber fecha de inicio para la segunda etapa, que se estima que cueste otros 2,5 millones de euros y 12 meses de obras.

OPINIÓN. Athletic: ¿Racismo contra un barakaldés por ser negro?

Por José Alonso. El joven barakaldés Jonás Ramalho, con sólo 14 años de edad, está viviendo en primera persona el racismo que existe en nuestra sociedad y que todos/as negamos que exista. Sólo de este modo se puede comprender el comunicado oficial del Athletic en el que señala: "Son sus cualidades físicas y técnicas las que determinan su ingreso en Lezama y el resto de estructuras dependientes, nunca el color de su piel, ni sus creencias religiosas o políticas". El club, al pretender que no es racista, lo confirma, como se ratifica en las informaciones periodísticas y los comentarios ciudadanos que dicen poner en duda la juventud de Jonás cuando quieren decir el color negro de su piel. Somos tan políticamente correctos, que imagino —desde la distancia de América— que estos días no se habla de Jonás, sino del jugador "de color", porque ni siquiera nos atrevemos a decir que es negro. Aprovechando que Felipe ha rescatado el calificativo, supongo que no serán pocos/as los imbéciles que hablan de la piel de color. Una muestra más del racismo y la xenofobia que corre avergonzadamente por nuestras venas es el comentario que se puede leer en Deia: "Un futbolista de raza negra -de madre blanca y padre angoleño- con las mismas posibilidades que cualquier otro chaval de Euskadi. Y es que Jonás es vasco". Viene a decir el cronista que en Euskadi somos tan generosos que incluso dejamos jugar a un negro. Aunque si llega a ser negro y no es vasco, se puede dar por jodido. Pues claro que tiene "las mismas posibilidades". ¿Es que podía ser de otra manera? Sólo plantearlo ya nos tiene que poner a temblar. "El descendiente de angoleños", dice la periodista. ¡Qué bochorno! Ojalá que Jonás no se sienta nunca avergonzado de su familia a pesar de estos comentarios indecentes que jamás se plantearían para un jugador "blanco". Y esta cronista de Deia se cubre definitivamente de "gloria" con la frase: "La afición rojiblanca parece tener claro que Jonás, aunque sea de raza negra, encaja perfectamente en los parámetros del club bilbaino". Definitivamente, aunque seamos de raza blanca, tenemos mucho que meditar sobre nuestra actitud respecto a los demás. Es muy probable que descubramos que nuestra corteza de miras es la que nos conduce a ser tan discretamente racistas y xenófobos como somos. Apenas conocemos lo que hay más allá de nuestras fronteras y nos creemos el ombligo del mundo. Así estamos como estamos en tantos aspectos —sí, también los políticos— en esta decadente sociedad vasca.