El Ayuntamiento de Barakaldo ha celebrado en el salón de plenos el edificio consistorial un acto para conmemorar el 29 aniversario de la Constitución española al que han asistido concejales del PSE-EE, PP, trabajadores municipales y representantes de entidades locales.
El alcalde de Barakaldo, el socialista Tontxu Rodríguez, ha destacado durante su intervención en el acto la necesidad de mantener por encima de la diferencias políticas y de “cualquier localismo mezquino” el “espíritu de concordia” que hubo en la aprobación de la Constitución de 1978.
Destacó que la Constitución “alcanzó un consenso casi total y un refrendo abrumador del pueblo español, que está sirviendo de guía y fuente de derecho” y señaló que el texto tiene “una flexibilidad que ha permitido que nos adaptemos a las situaciones cambiantes producidas en estos casi 30 años”.
Para Rodríguez “aquel gran acuerdo se hizo desde la generosidad y el consenso, desde el dialogo y la moderación” por lo que consideró necesario “mantener por encima de cualquier eventual diferencia política, de cualquier localismo mezquino ese espíritu de concordia, ese espíritu de entendimiento y de solidaridad”.
Indicó que la Constitución “no necesita de más elogios, no necesita ya de apelaciones exclusivistas ni de invocaciones estériles” porque “nuestro máximo texto legal es lo suficientemente mayor y fuerte, y además goza de una envidiable salud, como para que nada ni nadie tema por su existencia o alimente incertidumbres sobre su futuro”.
Destacó que “somos ya una sociedad de ciudadanos libres conscientes de nuestros derechos y de nuestras obligaciones y nuestra Constitución nos garantiza dignidad y libertad”.
Sin embargo, manifestó que “nuestro dolor y nuestra indignación están nuevamente presentes” por “el uso de las pistolas y de la barbarie en vez del uso de la palabra y de la razón”.
Señaló que “frente a quienes usan las pistolas, frente a quienes las apoya, frente a quienes los justifican y frente a quienes miran hacia otro lado, los ciudadanos de bien, los ciudadanos de buena voluntad de Barakaldo y de este país decimos ya basta de muertes”.
Indicó que “ninguna sociedad democrática puede avanzar y consolidarse sin paz, sin justicia, sin libertad y sin solidaridad, de ahí la importancia de una ley de leyes, de una ley que ha establecido el marco de juego donde concilian la unidad con la diversidad, lo público con lo privado, lo común con lo singular”.
Además, consideró que hay que “estar a la altura de los tiempos que corren, de los desafíos, de los cambios y también de las nuevas realidades, por lo que debemos ser sensibles al cambio y a la mejora de todo aquello que sirva para avanzar en la senda de una mayor cohesión e igualdad social”.
“Hasta que estas mejoras se produzcan, la Constitución sigue siendo nuestro texto fundamental y a ella nos debemos como políticos y como ciudadanos, todos en igualdad de condiciones”, concluyó.
