La situación contrasta con el mensaje que el Gobierno local PNV-PSE emitió el 31 de octubre pasado, tras terminar la huelga de ocho meses en el servicio privatizado: "La normalidad en el servicio se retomará a partir del sábado (1 de noviembre)". La realidad es que los buzones aparecen desbordados, hay basuras fuera de estos recipientes y carteles que instan a los vecinos a acudir a contenedores tradicionales.
El Ayuntamiento, según el 'El Correo', asegura que el central de recogida neumática en el barrio de Desierto está al final de su vida y a ello se unen "daños" e inundación de la instalación, encargada a la empresa privada Envac, que supuestamente ha incumplido las obligaciones de mantenimiento, lo que ha derivado en la clausura y el expediente sancionador.
Esta segunda semana de diciembre era la fecha prevista para empezar labores de reparación, con la previsión de que en marzo o abril se puedan realizar pruebas de funcionamiento. La noticia del diario es, sin embargo, contradictoria, porque se afirma por parte de fuentes municipales que hay arreglos en marcha y, al mismo tiempo, que hay que hacer una "auditoría" para conocer cuánto hay que invertir.