Tras diversas negociaciones de enmiendas, el Proyecto de Ley tuvo los votos favorables de PSOE, Unidas Podemos, PNV y Grupo Mixto y los votos contrarios de PP, Ciudadanos y ERC. Se abstuvieron EH Bildu y Vox.
LAS PENSIONES PUBLICAS, ENTRE EL MERCANTILISMO Y LA POLITICA PARTIDISTA
Si los trabajadores y trabajadoras en activo no se movilizan para evitar el deterioro de sus futuras pensiones, el drama de las pensiones mínimas se perpetuará durante generaciones. Esta entradilla corresponde al título de un artículo muy extenso del compañero de Barakaldo, sociólogo y pensionista Luis Alejos, publicado en eldiario.es el pasado lunes 13 de junio.
Extractamos los puntos del mismo, que consideramos relevantes:
Pese a que la Comisión del Pacto de Toledo fue creada para sacar la problemática de las pensiones de la confrontación partidista, la realidad es que siguen estando sometidas a los avatares políticos. Es un hecho constatable en cada acuerdo o desacuerdo. Sucedió en la fase inicial de la reforma de las pensiones; acaba de repetirse en la votación de los planes privados de empresa, donde ha resultado crucial la actitud de los partidos de izquierda que integran el denominado “bloque de gobernabilidad”. A todo ello falta añadir el empeño de la banca y aseguradoras en convertir las pensiones públicas en un producto más del mercado financiero.
Las pensiones públicas, moneda de cambio
La fase inicial de la reforma de las pensiones, aprobada en diciembre del 2021, se centró en recuperar la revalorización en base al IPC medio y en derogar el factor de sostenibilidad, funestas herencias de la reforma de Rajoy del 2013.
La nueva fase de la reforma, aprobada en el Congreso el 9 de junio, no ha logrado una holgada mayoría, sobre todo por razones políticas. Se sabía que ERC votaría en contra, a causa sobre todo de espiar con Pegasus a políticos independentistas. El bloque de las derechas no hace falta recordar que rechaza cualquier iniciativa del Gobierno, al margen de su contenido.
Junto a conflictos políticos inciden intereses económicos. El sistema financiero en pleno, encabezado por el Banco de España, arremeten contra todo lo que afecte al lucrativo negocio de las pensiones privadas. Además de presionar al Gobierno, se propagan noticias catastrofistas en medios de comunicación controlados por la oligarquía económica.
La inflación galopante, consecuencia de la guerra de Ucrania, también está siendo utilizada por la derecha económica y mediática para intentar recortar las pensiones públicas. Pretenden revocar la revalorización en base al IPC medio anual, que entró en vigor hace seis meses con acuerdo sindical y patronal. Esa aplicación del IPC, rechazada por diversas plataformas de pensionistas, ha supuesto perder poder adquisitivo en 2022. Las verdaderas intenciones: salvar a la Seguridad Social de la quiebra, desmantelándola.
A esa campaña para recortar las pensiones se apunta también la patronal CEOE, firmante del acuerdo de revalorización con el IPC medio anual.
Situaciones paradójicas
En la negociación de los planes de pensiones de empleo se han dado casos desconcertantes, protagonizados en particular por Unidas Podemos y EH Bildu. Por razones ajenas a la problemática de las pensiones han facilitado la aprobación de un método de previsión social complementaria que no asumen. Unidas Podemos ha votado en contra de sus propias enmiendas, librando al Proyecto de Ley de regulación para el impulso de los planes de pensiones de empleo de un rotundo fracaso.
El consuelo de UP es que exenciones y desgravaciones irán a los presupuestos del Estado, no a las cuentas de la Seguridad Social.
El caso de EH Bildu requiere mayor detalle. La fuerza radical Izquierda Abertzale sigue en la actualidad los pasos del PNV, siempre dispuesto a participar en la gobernabilidad del Estado, si median contrapartidas. Ambos, PNV y EH Bildu, compiten en el oficio de “conseguidores”. En la negociación de la reforma de las pensiones esa práctica se ha plasmado en mejoras que esta vez no se ciñen al ámbito territorial vasco.
El PNV logró del Gobierno de Rajoy, a cambio de apoyar los presupuestos del 2018 y 2019, la revalorización de las pensiones en base al IPC. Desde entonces no se aplica el funesto 0,25 %. EH Bildu intentó algo similar al PNV, acordando en mayo del 2020 con el PSOE y UP la derogación de la reforma laboral del 2013. Esa operación fracasó. Ahora ha logrado pactar con Escrivá un incremento del 15% en algunas pensiones no contributivas.
Este acuerdo ha sido cuestionado incluso por asociaciones de pensionistas. El rechazo lo genera el compromiso asumido por EH Bildu para facilitar con su abstención la aprobación del plan de pensiones privadas de empleo.
El caso es que esos fondos de empresa afectan únicamente a trabajadores y trabajadoras en activo, que no se movilizan por ese ni por otros motivos relacionados con sus futuras pensiones.
La iniciativa de EH Bildu tiene un evidente alcance político. Al PNV no parece complacerle que sigan sus pasos. El 3 de junio lo expresaba elDiario.es en este titular: “Urkullu ironiza que el soberanismo de EH Bildu es ahora 'ir a Madrid a pactar con el PSOE'”.
Dejando a un lado estos movimientos políticos, esta plataforma de Pensionistas de Barakaldo, seguimos insistiendo en que las pensiones mínimas deben equipararse de inmediato al Salario Mínimo Interprofesional y que ningún pensionista debe perder poder adquisitivo.
¡El Pueblo Informado y Concienciado, jamás será doblegado!, y… ¡Gobierne quien gobierne las pensiones y todo lo público se defiende!
Barakaldo a 15 de junio de 2022 (Día Mundial de Toma Conciencia del Abuso y Maltrato en la vejez )