publicidad

Organizan un velatorio ante Hacienda en protesta contra el gasto militar y la guerra

Comunicado de Argitan y Kakitzat. El centro asesor de la mujer Argitan y la koordinadora antimilitarista Kakitzat se han concentrado ante la delegación de Hacienda en Barakaldo contra el gasto militar, la guerra y en impulso a la campaña por la objeción fiscal que están desarrollan una veintena de organizaciones sociales agrupadas en la “Plataforma por la Objeción Fiscal de Euskadi”. 

La objeción fiscal es la negativa a colaborar económicamente en la financiación de las guerras. Es un acto de desobediencia civil y consiste en dejar de pagar parte de los impuestos para destinar esa cantidad a iniciativas que trabajen en la construcción de alternativas de carácter solidario. 

Un año más se han abierto oficinas de Objeción Fiscal en Bilbao, Vitoria-Gasteiz y Donostia, en las que, con cita previa y de forma gratuita, se realiza la Declaración de la Renta aplicando la Objeción Fiscal. Se puede concertar cita previa a través de la página web www.eragozpenfiskala.org.
 
No se puede obviar que los recursos  despilfarrados en el gasto militar, que en 2022 superarán los 700 euros por persona, se detraen directamente de inversiones sociales tan necesarias como sanidad, más aún tras la gravísima crisis provocada por la COVID 19.

Este desvío de recursos públicos se traduce en un pueblo como Barakaldo, en altas tasas de paro, pobreza y precariedad, y en múltiples carencias en los servicios sociales. Localidad donde no se garantiza ni la mínima atención a las mujeres que sufren situaciones de violencia machista: malos tratos, precariedad, pobreza, desahucios, discriminación o vulneración de derechos.

Las entidades de la localidad fabril por ello han exigido "el fin del gasto militar, el tráfico de armas y la conversión de la producción de las empresas armamentísticas vascas en civil".

Prueba de la cada vez mayor implicación institucional con el militarismo es que el  Ministerio de Defensa ha destinado este año 22.000 millones de euros y recientemente se ha anunciado un incrementoa esta cifra de 6.500 millones de euros.

Esta senda de recortes y aumento del gasto militar se evidencia en los presupuestos generales del Gobierno Vasco para este 2022, donde se incluyen subvenciones por valor de 100 millones de euros para las empresas armamentísticas vascas, las cuales -de forma vergonzosa- alardean de las decenas de millones euros de beneficio que obtendrán sus mortíferos negocios gracias a la guerra en Ucrania. 

Las organizaciones convocantes de esta protesta han recordado que el Gobierno Vasco subvenciona con millones de euros a las fábricas ligadas, principalmente, al sector aeronáutico, como es el caso de Sener en Getxo o ITP Aero, dedicada, esta última en sus factorías de Barakaldo y Sestao, a la fabricación de componentes para el avión de transporte militar Airbus A400M y para el Avión de Combate Europeo.

"El 80% de la producción militar vasca se destina a países que vulneran los Derechos Humanos, como Arabia Saudita, que  utiliza estas armas contra la población yemení o Marruecos contra el pueblo saharaui. Los países compradores reciben armas y firman acuerdos de colaboración con los Ministerios de Defensa y Fuerzas Armadas de España, Estados Unidos, México, Brasil e Israel, los cuales obtienen a cambio   unos beneficios económicos cercanos a los 150 millones de euros ``, han denunciado.

“La enorme cantidad de dinero destinado a subvencionar la industria de la guerra vasca proviene de nuestros impuestos” han afirmado. Por ello las organizaciones promotoras de esta movilización han defendido “la Objeción Fiscal como una herramienta que persigue exigir que los innecesarios gastos militares se destinen a necesidades sociales y a recursos sanitarios para hacer frente a la crisis y las actuales situaciones de desigualdad agravada por el conflicto bélico en Ucrania.”