Dado que las restricciones horarias impiden la circulación de personas por la calle a partir de las 00.30 horas, Delgado ha pedido específicamente que el intervalo comprendido entre las campanadas y el ‘toque de queda’ no se convierta en una vorágine de explosiones a causa del lanzamiento de petardos y cohetes. Y es que este año existe el riesgo de que se concentren aún más los ruidos en un corto periodo de tiempo.
“Al cambiar de año es habitual que muchas personas tiren petardos o cohetes. Es una costumbre muy arraigada, pero no por ello debemos potenciarla e incluso mantenerla. Espero que la gente sea cada vez más respetuosa y piense en los daños que causa la pirotecnia en los colectivos especialmente vulnerables. Las tradiciones no están por encima de la salud”, ha alertado Alba Delgado.
Miedo, estrés, palpitaciones, taquicardia, infartos… La lista de dolencias que provocan los cohetes y petardos es muy amplia. En Navidades también es común que haya personas dañadas por la manipulación de artefactos, muchas de ellas por estar casualmente próximas a la explosión.
La preocupación del área de Desarrollo Sostenible y Medio Natural de Barakaldo por el uso masivo de la pirotecnia no es nueva. Cabe recordar que el año pasado la concejalía dirigida por Alba Delgado impulsó la campaña ‘Tápate las orejas solo por el frío’. Con este mensaje y un llamativo cartel con viñetas que representaban a un niño, una persona mayor y un perro sufriendo el ruido de los cohetes, se buscó que los barakaldeses y barakaldesas entendieran la necesidad de no abusar de la pirotecnia. También se regalaron orejeras de manera simbólica.
