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Opinión / Irabazi / Un grito de rebeldía


Mujeres de Irabazi Barakaldo 

Barakaldo, 10 mar 2019. Este año la huelga feminista del 8 de Marzo ha afrontado el reto de ser internacional, dándose la posibilidad de ir avanzando en nuestras reivindicaciones por encima del estatus social y de ideologías diversas, y hemos logrado unirnos para salir a la calle y decir: si nos tocan a una, nos tocan a todas.

La revolución feminista exige politizar la vida. Uno de los objetivos de esta revolución es la brecha salarial, uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos y que se sitúa ya en un 30%. Y es en este punto donde nosotras queremos hacer algunas reflexiones sobre el mercado laboral y la brecha salarial en Barakaldo.

El pasado mes de julio, el área de la mujer presentó un estudio en el que se analizan ampliamente las causas y efectos de la situación de las mujeres en nuestro municipio. Este documento examina tanto el punto de partida de las mujeres en el mercado laboral, como la pervivencia de roles y estereotipos en el ámbito doméstico, y desglosa por edades y niveles de formación las diferentes realidades a las que nos enfrentamos las mujeres.

Pero analizando más profundamente, nos llama la atención que no se hable, o se hable poco, del papel que juegan los servicios públicos, necesarios para garantizar mínimamente la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el mercado laboral.

Sobra decir que trabajo no es lo mismo que empleo. Vivimos en una sociedad donde las mujeres tenemos que asumir una jornada doble de trabajo: por un lado la jornada del empleo remunerado, y por otra la jornada del trabajo reproductivo y de cuidados que es absorbido aplastantemente por nosotras, y que nos coloca en una situación de desventaja respecto al hombre por el mero hecho de ser mujer.

Según los datos de la propia agencia de desarrollo local Inguralde, las barakaldesas trabajamos mayormente a tiempo parcial, con contratos temporales y en ramas de actividad con remuneraciones inferiores en una proporción muy superior a los hombres, sin olvidar que los bajos salarios de la mano de obra femenina son un chollo para las empresas. Algunos estudios cifran el “ahorro” de las empresas en un montante de más de 40.000 millones de euros al año, que pasarían a nuestras manos si se lograra eliminar la brecha salarial y tuvieran que pagar a las mujeres lo mismo que a los hombres.

Una herramienta que sería clave para reducir la brecha salarial son los Planes de Igualdad. Sin embargo, nos enfrentamos a la realidad de que estos planes sólo son aplicables en las grandes empresas (aplicación art. 45 de la Ley Orgánica de igualdad efectiva de mujeres y hombres), cuando nuestro tejido productivo empresarial es aplastantemente controlado por las PYMES. Incluso en las grandes empresas, también en aquellas con fuerte presencia sindical, se encuentran dificultades para la aplicación de una “discriminación positiva” que lleve finalmente a la equiparación de salarios.

Pero, ¿qué se puede hacer desde un Ayuntamiento? Pues como siempre, el papel de la institución es mucho más importante de lo que nos quieren hacer entender. Nuestro Ayuntamiento, que es el primer agente generador de empleo del municipio a través de su plantilla (directamente) o a través de sus contratas (indirectamente), puede establecer una serie de cláusulas sociales dirigidas a corregir esta brecha salarial. Y no es ninguna excentricidad, ya que grandes consistorios como Zaragoza o Barcelona ya han incluido estas condiciones a la hora de contratar. Por ejemplo, establecer como obligación disponer de plan de igualdad en la empresa, cuotas de contratación para las mujeres, compromisos de igualdad salarial, o cupos para contratar más mujeres que hombres en aquellos sectores menos feminizados son algunas de las medidas que están ayudando a acabar con la realidad patriarcal del mundo empresarial.

Por lo tanto, para eliminar la brecha salarial es esencial que no nos quedemos en recomendaciones y brindis al sol. Debemos profundizar y dar soluciones efectivas que eliminen las desigualdades sociales y laborales que sufrimos a diario. No nos olvidemos que las mujeres somos al menos la mitad de la población y que sufrimos una mayor precarización y mayores índices de pobreza. Por eso, seguiremos reivindicando un espacio en igualdad en la esfera pública, y el uso de la política como una herramienta más para acabar con la desigualdad imperante. Y ya no hay quien nos detenga.



Éste es un espacio cedido por 'Barakaldo Digital' gratuitamente y en igualdad de condiciones a todas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento de Barakaldo ante la celebración, el 26 de mayo de 2019, de las elecciones municipales