Así ha quedado de manifiesto, por ejemplo, en el edificio 48C de la avenida de la Libertad o en el 15 de la calle San Vicente, que acaban de recibir permiso municipal para unos trabajos que ya no son un derecho "sino una obligación", según advierten desde el Ayuntamiento.
> Situación de riesgo. Un ejemplo de una situación grave es la de el portal 48C de la avenida de la Libertad, de planta baja y cinco alturas, en pleno corazón urbano de Barakaldo. La inspección técnica, firmada el 2 de octubre de 2017, reveló "la necesidad de acometer actuaciones de grado 2 y 3 calificadas de muy urgentes y urgentes en fachadas y estructura, a realizar en el plazo máximo de tres meses las primeras y un año las segundas".
La urgencia por el deterioro queda fuera de duda con la advertencia de los técnicos del Ayuntamiento: "Considerando que aún cuando el objeto de la actuación se articula como licencia, la situación del inmueble mediatiza la naturaleza de la intervención que participa del contenido propio de los actos debidos por lo que la ejecución de las obras de reparación constituye no solo un derecho sino una obligación que debe atenderse sin mayores dilaciones".
> Humedades. No es el único caso. En la calle San Vicente 15 la revisión del edificio del bajo y cinco alturas también ha desvelado problemas "urgentes". En este caso, son las fachadas y vuelos, que tienen que estar reparados antes de enero de 2019, de acuerdo a la ITE. La obra implica reformar "todas" las fachadas —delantera, trasera y patios— para subsanar los "problemas de humedades agudizados por la ausencia de impermeabilización".
También, tras el informe técnico de edificios, se ve forzada a hacer una rehabilitación integral de las fachadas la comunidad de vecinos del bloque 7 de la calle Landaburu, junto a la plaza Bide Onera, con bajos comerciales y siete alturas. En este caso, el agua entra al interior de las viviendas por las cuatro fachadas del patio interior.
