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La Fundación Miranda anuncia nuevas subidas de precios de la residencia de ancianos

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La revista oficial de la fundación publica un artículo que vincula la mejora de condiciones laborales con el aumento de precios a los ancianos Un grupo de familias demanda desde hace un año la dimisión de los actuales responsables de la residencia de ancianos La Fundación Miranda provocó la desaparición del colegio La Milagrosa al subirle el alquiler de sus instalaciones 
Los precios de la residencia de ancianos de la Fundación Miranda volverán a subir, tras la polémica alza de hasta el 50% aplicada hace 12 meses. Así se desprende de las afirmaciones de uno de los patronos de la entidad, el vicepresidente segundo Alberto Echevarría, que en la revista de la fundación vincula el encarecimiento con el logro de mejoras laborales por parte de las trabajadoras del sector. "Pobres ancianos. Vaya palo económico que les dará el próximo año los empresario de residencias. También las residencias sin ánimo de lucro tendremos que subir nuestras tarifas", escribe Echevarría, que contrapone la "euforia entre las gerocultoras", por lograr la firma del convenio, con la "tristeza de los residentes y los familiares" que no tienen ayudas públicas para pagar las residencias.

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> 22/06/2017. Los trabajadores de La Milagrosa gritan "¡Mentirosos!" a los responsables del cierre



Artículo de opinión en la revista de la Fundación Miranda
LA RESIDENCIAS FIRMAN LA PAZ

Imagen del boletín de la Fundación Miranda
Éste e el mismo titular que el del artículo publicado en 'El Correo' el día 28 de octubre. En dicho artículo pueden leerse frases como las siguientes: "Euforia entre las gerocultoras", "gran victoria", "Estamos encantadas y emocionadas", "Pidieron disculpas por las preocupaciones e incomodidades que esta situación haya podido causar en los residentes y sus familiares", "El diputado general Unai Rementería expresó su alegría por este acuerdo".

Lo que también decía el artículo era que "hay una mejora de las condiciones del 20% y que a partir de diciembre de 2021 trabajarán 35 horas semanales".

En Bizkaia hay 10.000 residentes de los cuales 2.900 cuentan con ayuda pública y otros 7.100 pagan las estancias con su propio dinero. A todos ellos les subirán la pensión el próximo año una miseria. El encarecimiento de las tarifas de los 2.000 residentes lo soportará o no lo soportará la Administración pública. Y el encarecimiento de las tarifas de los 7.100 restantes residentes lo pagarán los ancianos o sus familiares, con su propio dinero, o si no pueden serán los hijos los que tendrán que llevarlo a sus propios hogares.

Desconocemos a qué grupo de residentes pertenecían los familiares que se unieron a las huelgas de las gerocultoras, si a los 7.100 que pagan con su dinero o a los 2.900 que cuenta con ayuda pública. No hace falta ser muy lince para adivinarlo.

En enero del próximo año ¿habrá protestas por las subida de las tarifas por parte de los 7.100 residentes y/o de sus familiares que pagan de su propio dinero?

Pobres ancianos. Vaya palo económico que les darán el próximo año los empresarios de residencias. También las residencias sin ánimo de lucro tendremos que subir nuestras tarifas. No ya a los residentes que cuentan con ayuda pública, puesto que en tal caso no son las residencias las que fijan el precio a cobrar sino la Administración pública la que fija lo precios que quiera pagar.

Euforia entre las gerocultora. Tristeza entre los residentes y los familiares de los 7.100 residentes que no cuentan con la ayuda pública.

Alberto Echevarría