Un vecino envía fotografías para denunciar el uso que se hace de las cintas o cordones de seguridad, para evitar el paso de personas por lugares donde supuestamente hay algún peligro. En este caso, que cita como ejemplo, las cintas de la Policía Municipal aparecen abandonadas y semirrotas en el carrilbici y paseo Dolores Ibárruri, a la altura del tanatorio. En este caso, además de la cintas de plástico hay también vallas y llevan en el lugar al menos cuatro días. Supuestamente, este cierre de la calle responde a un peligro de desprendimientos de una cornisa, pero el denunciante explica que no está claro porque el cordón de seguridad está roto. "Si hay peligro que las recoloquen y si no lo hay que las retiren", señala el vecino, que destaca que, en este estado, los transeúntes no saben si realmente hay peligro o no, si deben o no pasar por esta zona. "Me gustaría que la gente respetara, pero también puedo entender que si no hay nada, ningún cartel ni nada, que decidan romper las cintas y pasar si no ven peligro". No es una situación puntual. "Este caso es ampliable a la mayoría de las veces que cercan un sitio por un determinado peligro como viento, agua o aceite".
