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La alcaldesa desaloja de nuevo el pleno ante las protestas de Usoa, OTA y La Milagrosa

Desalojo del pleno
Desalojo del plenoA falta de uno, tres. La sesión mensual del pleno del Ayuntamiento de Barakaldo ha registrado este 30 de marzo la presencia de tres colectivos diferentes que han iniciado movilizaciones contra la actuación municipal en sus respectivos conflictos y cuyas protestas dentro del salón plenario han llevado a la alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), a ordenar el desalojo, por segunda ocasión en un mes. La mandataria, con su segundo conflicto en sesión plenaria en un mes, ha escuchado descalificaciones por su actuación en las negociaciones de los convenios del taller municipal Usoa, de la OTA y sobre el riesgo de cierre del colegio concertado La Milagrosa.

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> 23/02/2017. La alcaldesa desaloja el pleno por la protesta de los trabajores de Usoa por el convenio

Los hechos arrancaban hacia las 17.30 horas cuando decenas de personas empezaban a concentrarse con carteles ante la entrada del consistorio. Las familias y trabajadores del colegio concertado La Milagrosa expresaban su rechazo a la gestión que Del Campo está haciendo de su situación: el centro educativo cerrará en agosto si no le ofrece un emplazamiento alternativo y económicamente a su alcalce, o si el Gobierno Vasco no asume su integración en la red pública.

Trabajadores de Usoa con carteles a la entrada al AyuntamientoEl grupo más numeroso era el de trabajadores del taller municipal Usoa —para empleados con discapacidad intelectual y física—, que están negociando su convenio colectivo y que denuncian que parte de la plantilla ni siquiera cobra el salario mínimo interprofesional. A estas dos movilizaciones que ya llevan en activo un trimestre, se ha sumado ahora la de los empleados del servicio de regulación del aparcamiento en la calle —OTA—, que también quieren desbloquear su convenio.

La sesión plenaria ha arrancado puntualmente a las 18.00 horas, con todos los asientos de público llenos y más personas fuera de la sala. La tranquilidad apenas ha durado 15 minutos. Los silbatos y el lanzamiento de octavillas han comenzado cuando ha intervenido el primer concejal del PNV gobernante. La alcaldesa, sin la pausa del mes pasado, ha advertido en tres ocasiones que se guardara el orden y de inmediato ha ordenado el desalojo y seguir el pleno a puerta cerrada.

Los agentes de la policía local han accedido entonces al salón y ha instado a abandonarlo a los asistentes. En algún caso ha habido algún pequeño forcejeo, pero sin mayores consecuencias. Con todo el público fuera, la mandataria ha intentado reanudar la sesión, pero a las puertas era incesante el griterío, con algún amago de sentada. "¡Cobarde!" o "¡Mentirosa!" son algunos de los calificativos que coreaban los manifestantes, que levantaban los brazos mientras gritaban "¡Manos arriba, esto es un atraco!" Como era imposible, pese a la megafonía, escuchar las intervenciones de los concejales, la alcaldesa ha tenido que aplazar de nuevo el pleno hasta que todas las personas del público estaban fuera la segunda planta.

En el exterior, el centenar de manifestantes ha mantenido sus muestras de rechazo. "¡Amaia del Campo, chapucera!", coreaban ya sin la tensión del desalojo. Los carteles y pancartan con lemas como "Tu salario, de alcaldesa. Nosotros, de pobreza", "La Milagrosa, ez itxe (La Milagrosa no se cierra)" o "Por un convenio justo" se mezclaban entre los tres colectivos.

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