Las fiestas de San Vicente han recupera el ritmo e incluso han sufrido la lluvia que, como manda la tradición, siempre asoma en esta convocatoria, aunque sea de forma tímida como ha ocurrido este viernes 27 de enero. En cualquier caso, el arranque del fin de semana ha devuelto a vecinos y visitantes a las calles, esta vez con unas temperaturas suaves, en contraste con el primer viernes y sábado festivos. Las fiestas han dejado algunas novedades como la implicación de los comercios y hostelería de la calle Murillo, que ha ofrecido una animada chocolatada. También había buen ambiente en el bingo en la plazuela Errekatxo con los establecimientos del lugar, y se vivía con buen humor la original cata de jamón en la tienda Úrsula. Aunque han estado en la calle, las cuadrillas disfrazadas han sido escasas en el rallypaseo. El programa ha ofrecido además el cancionero Lagun Artean Kantari con Laguntasuna, el pasacalles de la fanfarria Ardoa Barrure y el tradicional concierto de la coral Schola Cantorum en la iglesia, con la canción 'Bengolea' incluida. El cierre de la jornada ha correspondido a la doblemente nutrida cena con versolaris, para impulsar el euskera y la Korrika; y al festival rockero en el parque con Izan Ezean, Obsesión Fatal y Commando 9 MM.
