Un vecino alerta del estado de abandono que presenta el puente peatonal que comunica Cruces con Barakaldo y que es uno de los primeros elementos que pueden ver los automovilistas al llegar a la anteiglesia. Las imágenes muestran que la infraestructura no tiene mantenimiento y casi parece abandonada. La pintura de las barandillas está deteriorada, las plantas crecen sobre el hormigón, los grafitis aparecen salpicados por todos los niveles, el techado presenta las placas rotas, cuelgan cables que una Navidad de hace años se utilizaron para una iluminación especial, hay focos reventados e incluso estaba arrancada —hasta este 17 de agosto— una puerta que da acceso a un peligroso hueco interior. La hemeroteca señala que la construcción de este puente supuso en 1990 una inversión de 250 millones de pesetas —1,5 millones de euros—. La infraestructura, con un vano de 51,60 metros que es sustentado mediante tirantes anclados a un mástil de hormigón armado, tuvo en abril de 1996 que ser rehabilitada —35 millones de pesetas (210.000 euros)— por parte de la Diputación debido a la corrosión de los tirantes y deterioro del hormigón, que se achacó entonces a los "humos y gases industriales". La situación actual, por el contrario, responde claramente al abandono.
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