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Koldobika López Grandoso | historiador
"Hay una especie de voto de silencio sobre la Guerra Civil en Barakaldo"

Koldobika López
'La Guerra Civil en Barakaldo: 11 meses de resistencia' (Ediciones Beta, 2016) ha agotado su primera edición y va camino de hacer lo propio con la segunda. El trabajo, según explica su autor, historiador Koldobika López Grandoso (Barakaldo, 1978), es el único realizado hasta la fecha sobre el conflicto fratricida en la anteiglesia y ello a pesar de que sobran las razones para una investigación sobre este negro capítulo de la historia del siglo XX: un mínimo de 754 personas murieron en la guerra y no menos de 1.178 niños fueron evacuados desde Barakaldo al extranjero. Sin embargo, el miedo, la polémica por una supuesta traición a Barakaldo y el desinterés institucional han provocado que hasta 2016, 80 años después del inicio de la guerra, no se haya publicado un libro al respecto. Los 11 meses de batalla han supuesto 15 años de estudio, revisión de documentación y entrevistas para López Grandoso, vecino de la localidad, formado en Ibaibe y el instituto Beurko, licenciado en Historia por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y, desde hace 10 años, profesor de Secundacia y Bachillerato en el colegio La Inmaculada (simonas).

'La Guerra Civil en Barakaldo: 11 meses de resistencia', con 448 páginas, está a la venta por 25 euros en las librerías de Barakaldo


Pregunta. ¿Cuántos meses de trabajo le ha supuesto 'La Guerra Civil en Barakaldo: 11 meses de resistencia'?
Respuesta. Escribir el libro y recopilar toda la información me han llevado unos 15 años. Comencé mientras estaba estudiando Historia en Vitoria-Gasteiz y lo he acabado a principios de 2016.

P. ¿Cuál es el motivo de este trabajo?
R. Mi interés es llenar un vacío existente en la historia de Barakaldo. Yo quería saber qué había ocurrido en nuestro pueblo durante la Guerra Civil y al descubrir que no había nada escrito sobre el tema, decidí que eso había que subsanarlo. Creo que este libro puede ser un puente entre varias generaciones. Entre la generación que vivió los acontecimientos aquí narrados y sus propios hijos e hijas a los que nunca contaron nada por temor o vergüenza en algunos casos. También sirve de puente entre las generaciones más veteranas de la anteiglesia y las más jóvenes que se sorprenden de todo lo que tuvieron que pasar sus mayores.

P. ¿Cuáles son las dificultades más importantes que ha encontrado para su investigación?
R. Dificultades ha habido muchas a lo largo de tantos años, pero si tengo que enumerar las principales, yo diría que la falta de unas listas unitarias donde poder cotejar de una manera fiable los nombres que me iban surgiendo a lo largo de la investigación. Como ejemplo podemos poner al marino de Barakaldo Mario Cahue, que actualmente aparece en algunas listas como fallecido durante el combate de Cabo Matxitxako. Realmente Mario Cahue sobrevivió al combate y estuvo preso varios años para salir libre después. Esto lo he podido conocer gracias a las horas que he invertido investigando y que me han llevado a encontrar la historia de este joven barakaldés tanto en la hemeroteca del ABC como en el Boletín Oficial del Estado. Otra dificultad que me he encontrado en el camino ha sido la negativa de partidos políticos, sindicatos y particulares a colaborar en la investigación o a dejarme ver sus archivos. El tener que buscar libros descatalogados para poder encontrar a veces unas pocas líneas sobre lo ocurrido en Barakaldo. Mi inexperiencia a la hora de afrontar un proyecto de esta envergadura también ha sido una dificultad.

P. ¿Por qué no se ha publicado hasta ahora ningún libro sobre la Guerra Civil en Barakaldo?
R. Esta misma pregunta o muy parecida se la realice al prolífico escritor Carlos Ibáñez. Su respuesta me animó aún más a seguir con mi trabajo, ya que según él este tema no le interesaba a nadie y era mejor dejarlo todo como estaba. Personalmente pienso que hay mucha gente interesada en conocer lo que sucedió durante todos aquellos años en Barakaldo y el hecho de que se haya vendido la primera edición en tres semanas y ahora estemos publicando la segunda lo atestigua. También pienso que la falta de interés institucional en Barakaldo ha hecho que nadie se haya animado hasta ahora a publicar una obra de este tipo. Además, creo que a día de hoy quedan muchas heridas por cerrar y puede que hasta ahora no haya sido el momento oportuno para publicar. Hay que tener en cuenta que la gente de Barakaldo lo paso muy mal y mucha ha estado callada desde 1937.

P. ¿Se ha intentado ocultar este periodo de la historia barakaldesa?
R. Por desgracia pienso que sí ha existido un interés por tapar los acontecimientos ocurridos en la anteiglesia. La caída de Barakaldo está envuelta en la polémica más cruda y lo que hicieron los miembros del batallón Gordexola para algunos fue una heroicidad y para otros una traición. Esto ha marcado mucho a la gente de Barakaldo a la hora de hablar sobre la Guerra Civil y ha existido una especie de voto de silencio sobre el el tema que no se ha llegado a romper nunca. Muchos han querido utilizar este tema como arma política arrojadiza sin estar documentados ni conocer todas las versiones.

P. ¿Cuáles son los datos que ha descubierto que le parecen más relevantes?
R. Al ser prácticamente todo desconocido para mí antes de iniciar la investigación, la mayoría de los datos me parecen curiosos y relevantes. Si lo dividimos en las categorías de general y personal, dentro de la primera sin duda alguna estaría el hecho de saber que Barakaldo fue atacada por aire por los aviones franquistas en más de 18 ocasiones y que murieron 57 personas a causa de estos ataques. Otro dato relevante para mí es que murieron 390 barakaldeses en combate a los que hay que añadir los 140 fallecidos en los cinco hospitales de Barakaldo y los 35 soldados franquistas fallecidos durante la guerra. Además hubo 38 fusilados por el bando franquista. También me parece relevante saber que se construyó un aeródromo en la zona de Ugarte o que hubo una batalla aérea sobre los cielos de Lutxana. El as de la aviación republicana Felipe del Río fue derribado en Barakaldo muriendo en el acto. Este hecho está a día de hoy rodeado de misterio, ya que no sabemos si murió por fuego enemigo o amigo. En cuanto a datos relevantes personales me ha llamado la atención conocer que hubo 20 barakaldeses en la Marina de Guerra Auxiliar o que varios barakaldeses sufrieron en los campos de concentración nazis y que por desgracia alguno de ellos nunca salió de allí. Hubo niños de la guerra evacuados a la Unión Soviértica que murieron luchando contra los nazis, como Antonio Uribe Galdeano, que fue piloto de combate y derribó seis aviones nazis antes de morir tras ser derribado. Antonio fue condecorado con la Orden de la Guerra Patria y la Orden Estrella Roja.

P. Aunque han transcurrido ocho décadas, la Guerra Civil sigue siendo un periodo que provoca tensiones. ¿Es la suya una obra militante? ¿Es posible la militancia para estudiar un episodio tan complejo?
R. Como persona tengo mi propia ideología pero como historiador he tratado de ser lo más objetivo posible. Con este libro no he pretendido juzgar a nadie, es más, yo partía con una premisa cargada de prejuicios que a medida que he ido avanzando en la investigación han ido desapareciendo hasta cambiar mi opinión completamente. Cuando uno escribe un libro como éste es muy fácil caer en el revisionismo o el partidismo, pero creo que lo que interesa ahora mismo es conocer los acontecimientos y analizar las razones que hicieron que las cosas sucedieran como sucedieron. Mi libro no es militante desde el momento en el que dejo a un lado mis prejuicios y busco los hechos de una manera objetiva, sin ningún tipo de dogmatismo. He intentado en todo momento hacer un ejercicio de empatía, es decir, cada vez que llegaba a un punto polémico me he puesto en el papel de la gente que tuvo que tomar las decisiones más difíciles y eso me ha ayudado a entender mejor como y porque ocurrieron ciertas cosas en Barakaldo.

P. ¿Por qué el Barakaldo republicano cae sólo 11 meses después del golpe de Estado, casi sin resistencia, siendo como era parte del cinturón de hierro y municipio obrero?
R. Realmente lo que habría que preguntarse es como resistió tanto tiempo con los medios tan precarios con los que contaba. No había casi ni aviones ni antiaereos para defender a la población. Las armas de los gudaris y milicianos estaban obsoletas y anticuadas cuando no eran inapropiadas por ser armas de caza. El cinturón de hierro era una defensa estática que sin apoyo aéreo y artillero era imposible de defender. Si a todo esto le añadimos que los ingenieros que construyeron el cinturón de hierro hicieron llegar los planos de las defensas a las autoridades franquistas y que las defensas construidas no cumplían ciertos mínimos de seguridad y resistencia, la pregunta vuelve a ser ¿cómo llegaron a resistir 11 meses? La respuesta es clara, por la entrega y valor de los gudaris y milicianos.

P. ¿Hasta qué punto tenía apoyo el fascismo en Barakaldo?
R. Por lo que he podido averiguar durante mi investigación, a diferencia de lo que se creía, existió una quintacolumna organizada en Barakaldo, aparte de los particulares que trataron de hacer caer la moral de la población mediante trucos tan infantiles como gritar aterrados durante los bombardeos. Sobre la quintacolumna organizada puedo decir que un grupo fue descubierto y juzgado por los tribunales del Gobierno siendo finalmente condenados a penas de cárcel, aunque tras la caída de Bilbao y Barakaldo estos fueron liberados y premiados por sus acciones. Además, no hay que olvidar que en las últimas elecciones antes de la guerra la derecha tradicionalista española obtuvo unos 2.000 votos. Muchas de estas personas apoyaron sin dudas a los militares rebeldes y su ideología fascista y totalitaria.

P. ¿Se ha mitificado la resistencia obrera?
R. Creo que no. Fueron ellos y sus familias los que lucharon cara a cara contra el fascismo en el frente y los que una vez derrotados tuvieron que sufrir las peores consecuencias durante casi 40 años. Los obreros lucharon en el frente, mantuvieron las fábricas en marcha y una vez instaurado el franquismo fueron los únicos que realmente trataron de luchar de una manera colectiva, saliendo a manifestarse y haciendo huelgas como la de 1947, que tan dura fue. Los nombres de los obreros huelguistas fueron publicados en las portadas de los diarios de la época para escarnio y castigo publico. La mayoría fueron despedidos y no encontraron trabajo durante muchos meses.

P. ¿Qué papel jugó Altos Hornos de Vizcaya en la guerra?
R. Fue muy importante ya que era una industria de vital importancia tanto para el Gobierno Vasco como para Franco. Unos la querían defender mientras que los otros la querían capturar. El problema fue que la directiva de Altos Hornos, en su mayoría, quería que Franco triunfase y no hicieron todo lo posible para seguir sacando la producción adelante. Esto se notó en la producción y en el rendimiento industrial y económico, pero no tuvieron ningún tipo de castigo por parte e las autoridades vasco-republicanas.

P. ¿Cómo actuaron los diferentes partidos?
R. En principio, el partido mayoritario en Barakaldo era el PSOE, seguido del PNV. Pero una vez que comienza la guerra, todos los partidos políticos y sindicatos se unen para enfrentarse a los militares golpistas. Como ejemplo, los primeros días de la guerra se presentan 150 voluntarios de distintos partidos políticos y sindicatos para patrullar por la anteiglesia y defender a los vecinos. Todos trabajaron unidos para derrotar a un enemigo común, pero el problema era que antes de la guerra eran enemigos y eso no lo pudieron olvidar durante el conflicto armado. Pronto comenzaron las suspicacias y los problemas entre ellos. Hay que tener en cuenta que una vez que se forma en octubre de 1936 el Gobierno Vasco existe una dualidad de mando que choca de frente con el Gobierno republicano. Este último prometía ayuda económica, militar y material al Gobierno Vasco, pero esta ayuda nunca llega y esto generara muchas tensiones. Por lo tanto, los partidos políticos trataron de unir a la población a la vez que defendían sus propios intereses e ideales.

P. ¿Realmente hubo una defensa de Barakaldo o se entregó al bando franquista?
R. Barakaldo se defendió, pero esta defensa se dio lejos de Barakaldo. Es decir, una vez que cae el cinturón de Hierro y Bilbao se rinde, la defensa de Barakaldo era prácticamente imposible. La retirada de tropas vascas hizo que tampoco se pudiera defender de una forma efectiva, aunque por los montes estuvieron batiéndose en retirada disparando con las armas que les quedaban. Cuenta Juanita Aguirre, vecina de Zubileta, que a su casa se acercó un gudari que estaba en plena retirada para pedirles que enterraran a su fallecido hermano, al cual había arrastrado durante kilómetros por el monte huyendo de las tropas franquistas. Además, la defensa de Barakaldo se hizo imposible en el momento en el que la localidad fue copada por los montes que la rodean y las tropas italianas amenazaron con bombardear y disparar contra la población civil de no ser entregada con inmediatez.

P. ¿Hubo una traición a Barakaldo?
R. No pienso que hubiera traición en Barakaldo, creo que hubo gente nada cualificada para tomar las decisiones que tuvieron que tomar. El Gobierno de la república quería que se destruyera la industria vasca mientras el ejercito se batía en retirada para que el enemigo no pudiera utilizarla en su beneficio. El Gobierno Vasco en principio y hasta donde tenemos noticias acata estas ordenes, pero finalmente la industria no se destruyó. ¿Las razones? A día de hoy es muy difícil averiguar la verdad de todo lo que ocurrió, porque incluso algunos de los implicados a lo largo de los años dieron distintas versiones de lo sucedido. Los hombres del batallón Gordexola, después de luchar heroicamente en la defensa del cinturón de hierro, aparecieron en Barakaldo, ciudad natal de muchos de sus integrantes, descolgados de su mando. El cuartel general de la V División comandado por Pablo Beldarráin, ubicado en las instalaciones de Gomas Garay en Retuerto, recibe la orden de volar las fábricas de Barakaldo. Mientras esto ocurría, las tropas italianas comenzaban a negociar y a amenazar con las tropas del batallón Gordexola. Tras varias reuniones a las que incluso acudió el lehendakari Agirre, parece ser que quedó en manos de los hombres del batallón la decisión final de destruir las fábricas. Estos decidieron a mano alzada no destruir la industria de Barakaldo dejándola en manos de las tropas franquistas. Es muy fácil pensar en traición, pero no creo que esto sea así, simplemente creo que estos hombres no eran militares profesionales, sino que eran obreros y trabajadores de las industrias de la zona. Solo conocían la industria como medio de vida. ¿Cómo iban a destruir el único medio de vida que conocían? Sobre todo si pensamos que no había garantías reales de ganar contra las tropas de Franco y que el batallón Gordexola estaba integrado en su mayoría por abertzales que pensaban que una vez caída Euskal Herria, la guerra terminaba para ellos. La verdad es que fueron tan ingenuos que una vez que entregaron las fábricas y la plaza de Barakaldo a las tropas franquista e italianas, muchos entregaron las armas o las dejaron en los arboles o setos de las zonas ajardinadas y se marcharon a sus casas pensando que como ya se habían rendido la guerra había terminado para ellos. Tristemente esto no fue así, muchos de ellos fueron encarcelados y otros fueron fusilados y asesinados. Por contra, la visión de muchos milicianos de izquierdas, lo hecho por el batallón Gordexola fue una traición imperdonable. Esta polémica sigue hasta nuestros días y es la responsable que nadie del batallón Gordexola hablara nunca al respecto de una manera oficial. Por último, tenemos la opinión del pueblo no militante que en su mayoría agradece a los hombres del Gordexola que protegieran la industria y mantuvieran este generador de riqueza en nuestro pueblo. La verdad es que prácticamente en ningún sitio se destruyó la industria de cada lugar. Desobedecieron las ordenes del Gobierno de la república porque no querían destruir sus fábricas.

P. ¿Quiénes hicieron negocio con la guerra en Barakaldo?
R. Las grandes fortunas relacionadas con la industria barakaldesa que era franquistas aunque aparentemente colaboraron con el Gobierno Vasco y con el republicano. También hicieron negocio algunas familias locales que se quedaron con las pertenencias y las posesiones de otras familias que se habían marchado al exilio o simplemente que al ser republicanas se las quitaron. Las nuevas agrupaciones franquistas, como Falange, Frente Juventudes o Sección Femenina, se quedan con los locales de los partidos políticos y sindicatos de Barakaldo. La mayoría se devolvería durante los años ochenta a sus legítimos dueños, pero otros locales nunca han sido devueltos. Otros que hicieron negocio fueron algunos comerciantes locales que trataron de aprovecharse de la miseria de la gente, llegando a hacer trampas con los pesos o vender patas de burro para comer. Algunos fueron descubiertos por las autoridades vascas, pero otros lograron hacer autenticas fortunas aprovechándose de la miseria del pueblo.

P. ¿Cuántas víctimas mortales dejó el conflicto en Barakaldo, en uno y otro bando?
R. Hay 390 barakaldeses fallecidos en combate con el bando republicano. 35 soldados franquistas de Barakaldo muertos en combate. 140 fallecidos en los hospitales de Barakaldo. 57 fallecidos en los bombardeos (26 el 13 de junio 1937). 50 fallecidos en los buques prisión Cabo Quilates y Altuna Mendi en la dársena de Portu. 29 simpatizantes de Franco muertos durante la guerra en Barakaldo. 38 fusilados por los franquistas. 15 muertos en las cárceles franquistas. Haciendo un total de 754 fallecidos en los dos bandos. A esto habría que sumar los desaparecidos en los campos de concentración nazis. Faltan nombres en las listas y seguramente que las cifras de muertos, fusilados y bombardeos sean mayores.

P. ¿Hay muertos en las 'cunetas' de Barakaldo?
R. Claro que hay muertos en las cunetas. No en Barakaldo, que sepamos. Los franquistas tenían costumbre de tirar a los pozos que había en el camino del txakoli de Tomasillo, hoy calle La Florida, a los simpatizantes republicanos y vascos que asesinaban durante la postguerra. Esto hace que sea difícil saber cuantos fueron y se sabe que se recuperaron estos cadáveres. Pero sí que hay barakaldeses muertos en las cunetas a día de hoy. Hace poco la sociedad Aranzadi descubrió los restos del miliciano del batallón 28 de la UGT Hilario Blanco Reguero en la zona de Peña Lemona, según me contó Juan Santamaría. Por desgracia el caso de Hilario no es único, aunque por suerte su hermana ha podido conocer y recoger los restos de su hermano fallecido en combate a principios de junio de 1937. Teresa Cabezas y su madre fallecieron sin saber dónde se hallaba el cuerpo de su hermano Quico, miliciano del batallón Barakaldo de la UGT. Quico sigue en algún lugar de Artxanda, según creía su hermana, sin que su familia haya podido recuperarle a día de hoy.

P. ¿Hubo delitos de lesa humanidad por parte de los dos bandos?
R. En Barakaldo, solo por el bando franquista. A día de hoy no tenemos constancia de asesinatos permitidos o instigados por las autoridades republicanas o vascas. Es verdad que hubo dos matanzas en los buques prisión que había en la dársena de Portu, pero en ningún momento tuvieron cobertura por parte de las autoridades. Fue el enfado del pueblo y la impotencia que sentía ante los bombardeos sistemáticos de la aviación franquista el que mató a los prisioneros derechistas. Sin embargo, sí que hubo asesinatos por parte de las autoridades franquistas contra varios barakaldeses sin juicio previo o juicio farsa mediante. Estamos hablando de 38 fusilados que fueron condenados en juicios farsa sin abogado defensor y con las sentencias escritas antes de empezar. Pero los mismos bombardeos estuvieron dirigidos contra la población civil, muriendo 57 vecinos de la localidad y siendo bombardeados y atacados los hospitales de la localidad. Estos crímenes contra la humanidad aún no han sido juzgados.

P. ¿Cuántas personas, niños y adultos, salieron a otros lugares tanto de España como del extranjero?
R. Sabemos que fueron evacuados 1.178 niños fuera de Barakaldo al extranjero, aunque faltan los niños evacuados a Inglaterra porque no he podido encontrar o desglosar la lista completa de los niños de Barakaldo evacuados al Reino Unido. Había unos 4.000 refugiados guipuzcoanos en Barakaldo que una vez cayó la anteiglesia huirían hacia Santander junto con miles de barakaldeses. Las cifras no las conocemos y es muy difícil saber y conocer el número de barakaldeses exactos huidos de la localidad, aunque debieron de ser unos miles por lo que dicen los testigos. Cierto es que muchos volvieron, pero varios cientos no volvieron hasta muchos años después. Los niños evacuados a la Unión Soviértica tardaron mucho en volver y muchos de ellos no lo hicieron nunca.

P. ¿Va a seguir investigando la Guerra Civil en Barakaldo?
R. Sí, pienso seguir con la investigación y en septiembre volveré a realizar una tanda de entrevistas para recoger testimonios y poder dar más respuestas a las dudas que me han ido surgiendo durante mi investigación y que gracias a la publicación de este libro gente que a la que no había tenido acceso ahora podré hacerlo. La gente esta siendo muy generosa conmigo por compartir sus recuerdos más personales e íntimos conmigo para que pueda escribirlos y no se pierdan.