por el Irabazi de Barakaldo
| El anteproyecto de presupuestos del “pacto de estabilidad”, presentado seis meses tarde, confirma el miedo al cambio |
Ha pasado un año desde aquella noche electoral en la que se intuía a Alfonso García en la ventana del consistorio deambulando nervioso móvil en mano. 52 votos daban la victoria a un PNV que prometía abrir puertas y ventanas y cambiarlo todo. Poco más de un mes necesitamos para comprender que este cambio iba a costar más de lo que se prometía. El primer día tras las fiestas de Karmenak, el pleno organizativo destapaba el “pacto de estabilidad” entre los que prometían cambiarlo todo y los de siempre. El PNV, de buenas a primeras, otorgaba dos liberaciones más para que el PSE rindiese pleitesía al nuevo Gobierno.
Sin embargo, el tiempo nos ha confirmado que la pleitesía parece ser a la inversa. El PNV maneja un Ayuntamiento secuestrado por el pasado, y el anteproyecto de presupuestos del “pacto de estabilidad”, presentado seis meses tarde, confirma que el miedo al cambio ha atenazado las promesas del equipo de Del Campo. Impuestos congelados, un departamento de acción social desbordado por la creciente precariedad y la ausencia total de participación ciudadana y transparencia no parecen ser cuestiones que se puedan ocultar con un aterpe o quitando bolardos.
Pero en Irabazi (Ezker Anitza-IU, Equo e independientes) no nos resignamos. Alguien del tejido asociativo nos dijo cuando entramos en el Ayuntamiento: “no esperéis a que lo hagan ellos, hacedlo vosotras”. Y en eso estamos. Hemos aportado al plan de empleo municipal, aunque no era nuestro modelo; conseguimos poner en marcha una futura tarifa social para el Kbus; hemos realizado 12 enmiendas al III Plan de Igualdad; no pararemos hasta cerrar los túneles y pasos subterráneos (puntos negros); hemos acompañado a la DEO a Bruselas para traer fondos y solucionar el caso del HCH en Oiola; hemos trasladado docenas de propuestas vecinales; y seguimos estando en la calle y en todas las luchas sociales.
Nosotras lo tenemos claro: es cuestión de voluntad política.
Sin embargo, el tiempo nos ha confirmado que la pleitesía parece ser a la inversa. El PNV maneja un Ayuntamiento secuestrado por el pasado, y el anteproyecto de presupuestos del “pacto de estabilidad”, presentado seis meses tarde, confirma que el miedo al cambio ha atenazado las promesas del equipo de Del Campo. Impuestos congelados, un departamento de acción social desbordado por la creciente precariedad y la ausencia total de participación ciudadana y transparencia no parecen ser cuestiones que se puedan ocultar con un aterpe o quitando bolardos.
Pero en Irabazi (Ezker Anitza-IU, Equo e independientes) no nos resignamos. Alguien del tejido asociativo nos dijo cuando entramos en el Ayuntamiento: “no esperéis a que lo hagan ellos, hacedlo vosotras”. Y en eso estamos. Hemos aportado al plan de empleo municipal, aunque no era nuestro modelo; conseguimos poner en marcha una futura tarifa social para el Kbus; hemos realizado 12 enmiendas al III Plan de Igualdad; no pararemos hasta cerrar los túneles y pasos subterráneos (puntos negros); hemos acompañado a la DEO a Bruselas para traer fondos y solucionar el caso del HCH en Oiola; hemos trasladado docenas de propuestas vecinales; y seguimos estando en la calle y en todas las luchas sociales.
Nosotras lo tenemos claro: es cuestión de voluntad política.
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