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Lilian de Celis | cupletista
"Sería maravilloso seguir actuando a los 101 años"

Lilian de Celis

por Mariela Estévez Campos, editora de DiarioLirico.es | Fotos cortesía de Lilian de Celis

Los más jóvenes probablemente no la conocerán, pero en el imaginario de varias generaciones de barakaldeses la cantante y actriz Lilian de Celis (1935) ocupa un lugar importante. Ella fue, con su participación en el programa radiofónico 'Aquellos años del cuplé' que permaneció casi seis años en antena, una de las protagonistas de la recuperación del género. El cuplé, con sus letras de doble sentido y su tono pícaro, siempre en pugna contra la censura, representó un soplo de aire fresco en los grises años de la dictadura, aire que vuelve este 6 de febrero a la anteiglesia, para el espectáculo 'Esencia de artista', junto al tenor barakaldés Iker Freire. Lilian Ángela de Celis Collía, asturiana de Parres, sigue a sus 81 años subida a los escenarios y no tiene intención de bajar de ellos por el momento. Achaca su estado físico a la genética, a una vida de cuidados en la que no han entrado ni el tabaco ni el alcohol, a sus ejercicios de yoga y a las horas que pasa subida a una bicicleta. Niega con coquetería haber pasado por el quirófano, aunque no lo descarta en el futuro si lo necesitase. No se arrepiente de nada en su vida. Está convencida de que cuando uno se equivoca “tiene que apechugar con sus errores” y reconoce que su mayor equivocación fue haberse negado a doblar la voz de Sara Montiel en la película ‘El último cuplé’ que lanzó a ésta última a la fama.

Lilian de Celis
Pregunta. ¿Quién es Lilian de Celis?
Respuesta. Una persona muy normal.

P. Pero su vida no ha sido muy normal.
R. He tenido una vida diferente a la de la mayoría de la gente pero, aun así, muy normal.

P. ¿Por qué el nombre de Lilian de Celis?
R. Porque es mi nombre real. Lo he utilizado como nombre artístico pero es el verdadero. Mis padres se casaron en Cuba y eran muy aficionados a las películas de Lilian Harvey, una actriz y cantante angloalemana que triunfaba en Hollywood en la época en que eran novios.

P. ¿Sus padres no se oponían a que se dedicase a la música?
R. La música siempre fue mi pasión y mis padres me permitían dedicarme a ella como compensación a mis estudios. Podía estudiar música siempre que no abandonase mi educación digamos ‘formal’.

Lilian de Celis
P. Y se casó con su profesor de música, 32 años mayor que usted.
R. Sí, eso fue una gran equivocación. Me casé con él contra la opinión de mis padres y nunca me he arrepentido tanto de algo.

P. Pero usted era una mujer de carácter. Le hizo firmar un poder notarial en el que la autorizaba a hacer lo que quisiera. ¿Cómo pudo conseguirlo en aquella época?
R. En aquella época o en cualquier época. No, no era fácil, pero lo dejé claro, era sí o sí. Ja, ja, ja.

P. ¿La descubrieron en el conservatorio?
R. No, al conservatorio iba a estudiar canto y piano. Me descubrió Indalecio Cisneros en la academia de canto y baile donde el que luego fue mi marido tocaba el piano y me daba clases de repertorio popular. Él buscaba voces que le recordasen el timbre de las tonadilleras de principios de siglo para un programa de Radio Madrid que se iba a llamar Aquellos tiempos del cuplé, y yo le parecí la cantante adecuada.

Lilian de Celis
P. ¿Y de ahí al éxito?
R. Sí, fue algo totalmente inesperado. Un programa que iba a durar cuatro semanas duró seis años, ocurrió como con las telenovelas de ahora. Y a raíz de ahí, el cine, el teatro y la televisión.

P. ¿Es verdad que existía una gran rivalidad entre usted y Sara Montiel?
R. Eso es algo absurdo que inventó la prensa. En toda mi vida me debo haber cruzado cinco o seis veces con Sara Montiel en algún evento. ¿Cómo iba a existir rivalidad con alguien con quien no he tenido ningún contacto?

P. ¿Pero es cierto que a usted le ofrecieron doblar su voz en El último cuplé?
R. Sí, eso sí es verdad y fue una equivocación por mi parte rechazarlo, porque hubiese quedado para siempre la película con su cara y con mi voz, pero ya está hecho.

P. ¿Por qué se fue a México?
R. Porque me ofrecieron un contrato muy ventajoso. Fue una decisión en la que primaron aspectos artísticos pero, sobre todo, por qué no decirlo, económicos.

P. Pero se quedó nueve años.
R. Y medio.

Lilian de Celis e Iker Freire
P. ¿Tan buena era la vida en México?
R. Un paraíso. La vida allí era muy hermosa y además era mi centro estratégico para desplazarme a trabajar al resto de Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá.

P. ¿Y por qué volvió?
R. Todo tiene su principio y su final. Nunca me había planteado quedarme allí para siempre. España me llamaba mucho, me llamaba mi casa y mi familia. Mi padre estaba mal de salud, así que decidí que era el momento de regresar.

P. Lleva más de 60 años en los escenarios. ¿No está ya cansada?
R. Te puedes cansar de labrar la tierra o de ir a la mina, o de cualquier actividad que suponga un sacrificio. Cantar no es un esfuerzo, es un don y yo lo disfruto cada día.

P. Su madre vivió hasta los 101 años. ¿Seguirá actuando hasta esa edad?
R. Ja, ja, ja. Sería una maravilla, ¿no cree? Desde luego lograría un récord Guiness. Me encantaría tener la oportunidad de seguir cantando mientras mi físico y mi voz me lo permitan, disfrutando del cariño y el respeto con el que la gente me recibe, que es lo más importante que le puede pasar a un artista.

P. ¿Qué hace para estar tan estupenda?
R. Toda la vida me he cuidado. Tengo una profesión que exige cuidar tu aspecto. Nunca he fumado ni bebido y siempre he llevado una vida muy normal. Si tienes una juventud bonita, lo normal es que también tu vejez lo sea.

Lilian de Celis
P. ¿Hace ejercicio?
R. Sí, por supuesto. Todos los días hago media hora de bicicleta estática y mis ejercicios de yoga y en cuanto puedo cojo la bicicleta y ¡a la carretera!

P. Una pregunta indiscreta. ¿Ha pasado por el quirófano para algún arreglito?
R. No, pero si tuviera que hacerlo lo haría. ¿Por qué no? ¿No se quita uno el apéndice si está estropeado? En mi caso, afortunadamente, como me he mantenido siempre en mi peso, sin andar engordando y adelgazando, todo se ha mantenido más o menos en su sitio.

P. ¿Se arrepiente de algo en su vida?
R. No, ¿por qué? No valdría de nada. Cuando uno se equivoca tiene que apechugar con sus errores. De joven no tienes el talento suficiente para preverlos y tampoco eres capaz de aprender en cabeza ajena, tienes que pagarlos en primera persona.

P. ¿Cómo es el espectáculo que presenta en Barakaldo?
R. Es un recorrido por temas populares para todos los gustos, cuplés, zarzuela, corridos mexicanos y canción latinoamericana. Piezas que uno ha vivido, ha soñado o ha querido vivir. Con voz y piano en directo. Creo que ha quedado un espectáculo muy bonito y muy digno, de calidad y con él que vamos a llegar muy lejos.

P. ¿Ha elegido usted el programa?
R. No, la elección de las piezas, la forma del espectáculo y la selección de las voces ha estado en manos del director, Javier Mejuto, un chico joven de extraordinario talento y con muchas ganas de trabajar. Hay que confiar siempre en el criterio joven cuando hay tanto talento por medio.

P. ¿Con quién actúa en la gala?
R. Estoy rodeada de unas voces extraordinarias y buenísimas personas. Precisamente viene con nosotros un tenor barakaldés, Iker Freire, que tiene una voz magnífica. Y además, el director del espectáculo, Javier Mejuto, Feli Naveira, que canta copla y la pianista Mónica G. Arzuaga.

P. ¿Ya había estado antes en Barakaldo?
R. Sí, hace muchos años, cuando hacíamos las giras por España, siempre íbamos al País Vasco y, por supuesto a Barakaldo. Me encantaba por el carácter de la gente y, sobre todo, porque la gente vasca tiene un gran oído musical y existe una gran afición por la música.