A diferencia de Eskubi, que en su juventud pasó por el anarquismo y el maoísmo, Olga Rodríguez no ha sido nunca militante. Lo justifica en que era madre soltera. Sí ha hecho voluntariado en un piso de acogida a mujeres maltratadas —y es socia de Greenpeace y Amnistía Internacional—, pero no ha estado en un partido político, hasta ahora. “No había opciones”, explica, aunque nunca ha dejado de votar. “Sinceramente, no entiendo a la gente que dice que es apolítica. En este país no se puede ser apolítico”.
Lauburu. Después será imposible que indique si Podemos es una formación de izquierdas, pero no tiene problema para hablar de sí misma. “Al que más me podía sentir afín era a Izquierda Unida. De hecho, dos veces estuve en la puerta para entrar a afiliarme, pero me cabreaba que siempre acabara distanciándose y surgiendo diferentes grupos”. El lauburu que adorna su pendiente no indica nada sobre su sentimiento nacional. “El lado nacionalista vasco lo tuve cuando era más joven. Hoy por hoy, me siento vasca y española”, afirma antes de revelar que su familia materna es de Motril (Granada) y recordar las muñecas alemanas que le regalaba su abuela emigrante.
Seguidora del programa de televisión La Tuerka, de Pablo Iglesias, comenzó en Podemos a través de internet. Evita decir directamente que el fenómeno está relacionado con el hartazgo pero plantea: “Sólo había dos opciones: tirarte a la calle o formar un partido político; y es mucho mejor hacerlo democráticamente y con un partido político”.
Su militancia empezó como apoderada en las elecciones europeas. Después participó en la asamblea de Madrid como ponente de Barakaldo, pero asegura que nunca pensó en asumir este papel, que se lo pidieron varios compañeros. Eskubi tercia para defender que Rodríguez era “de las más activas”. Y así llegó a las elecciones internas y salió secretaria general. Había medio millar de inscritos y votaron 142. No hubo consenso, como no lo hay para la dirección autonómica, proceso en el que ella apuesta por la corriente Euskal Hiria.
Lo más difícil del diálogo es situar al partido en una posición precisa y reconocible. “Podemos no pretende ser el partido de la izquierda de la izquierda”, dice Rodríguez.
Eskubi también escapa de la etiqueta: “Nosotros lo que queremos es una sociedad más democrática, más participativa y donde la riqueza se reparta. A mí, ¿de qué me sirve que Felipe González me diga que es de izquierda y luego me meta en la OTAN? Lo que sí es cierto es que en España y en Europa en general hay un rearme de las oligarquías financieras, un crecimiento de la desigualdad y se están formando unas nuevas elites o aristocracias; y nosotros estamos en contra de eso. Nosotros lo que queremos es una sociedad más democrática, más participativa y donde la riqueza se reparta. ¿Eso es de izquierdas o revolucionario? Es democrático”, proclama este dirigente que se declara "antisoviético de toda la vida" porque "la Unión Soviética no era de izquierda sino fascista". "No queremos ser la izquierda sino el centro del tablero", zanja la secretaria general.
Elecciones. En el debate sobre el nacionalismo vasco, Rodríguez elude al principio responder a la pregunta de si Podemos es independentista. "Estamos a favor del derecho a decidir", recita. "Podemos no es independentista, simplemente apoyamos el derecho a decidir", añade.
Tatuaje en la muñeca de Olga Rodríguez |
Cuando llega el momento de las preguntas electorales, se repite el discurso oficial. "Podemos no se presenta a las elecciones municipales", contesta rápido la líder del círculo de Barakaldo. "Nos han invitado las dos plataformas ya existentes —Irabazi y Barakaldo Decide—. Pero quiero dejar claro que Irabazi no es Podemos y que no vamos a confluir con ellos. Irabazi es una coalición de partidos. Si la ciudadanía nos pide ir a municipales, elaboraremos una plataforma electoral, a la cual apoyaremos, y se les invitará a ellos como personas no como organizaciones. Pero eso se decidirá en asamblea ciudadana". Por si acaso, lleva consigo el calendario y los requisitos, entre ellos celebrar primarias y sumar en 11 días 1.500 firmas, que da por hecho que logrará con facilidad. El mes para decidir es, en todo caso, febrero.
Olga Rodríguez no precisa si ella aspirará a ser candidata a la alcaldía en caso de lanzar la plataforma electoral, pero lo que sí tiene claro es su apuesta por participar en las municipales. Entiende además que es una demanda de la ciudadanía que haya una lista respaldada por Podemos. De hecho, afirma que una encuesta da de cinco a siete concejales a la candidatura en Barakaldo. Supera sus propias expectativas, admite. Y de cara a una hipotética campaña, considera que debe movilizar a aquellos que optan por la abstención, que en las municipales de 2011 fue el 43,5% del censo. "Hace falta que la gente se implique".
Actualmente, el pleno de 25 ediles tiene ocho representantes del PSE, siete del PNV, cinco del PP, cuatro de EH Bildu y uno de Ezker Anitza-Izquierda Unida. En el mandato que empieza en junio, la corporación tendrá 27 ediles debido a que la población está oficialmente por encima de 100.000 habitantes.
Limpiar el Ayuntamiento. La decisión final sobre las elecciones, en cualquier caso, la tomará la asamblea ciudadana de Podemos, un partido que en Barakaldo cuenta con medio millar de asociados, con equilibrio de sexos y una edad media entre los 30 y los 40 años.
Pero, ¿están preparados para asumir la gestión municipal? "No sé a día de hoy si me presentaré o no, pero llevo un año formándome", afirma Rodríguez, que ha dedicado sus 24 meses de paro a hacer cursos de Recursos Humanos y de Económicas. A ello se suma la formación interna del partido. "Siempre nos hemos quejado de que los que estaban dentro (de las instituciones) no estaban formados ni preparados, así que nosotros no podemos hacer lo mismo. Tenemos que ir formados y preparados".
"Mi opinión personal es que tenemos que limpiar el Ayuntamiento entero", declara, al tiempo que fija que la meta es gobernar y asegura que hay un equipo preparado, se está formando. "¿Cuántos años llevan? ¿30? ¿35? Anda que no tienes que ir preparado para todo lo que va a haber que sacar de ahí".
"El paro y la exclusión social" son los problemas principales de Barakaldo a juicio de la secretaria general de Podemos, que considera que una buena gestión municipal permitirá solucionar estas dificultades, con ayuda de urgencia y un cambio de modelo económico para la localidad. La conversación, larga, llega hasta aquí. No es posible avanzar más en las propuestas locales. El círculo acaba de formar las mesas de trabajo para analizar sectorialmente la situación y proponer medidas. No hay más respuestas.