La llegada de Olentzero a
Barakaldo ha congregado a miles de niños —y no tan niños— en las calles entre la plaza de San Vicente y Herriko Plaza. El desfile ha contado en esta ocasión de brujas, saltimbanquis y piratas. En total han sido más de 150 personas las que han hecho posible el pasacalles. La recepción, como cada año, ha provocado una larga fila de pequeños que querían saludar en persona al carbonero. La novedad ha sido tanto el escenario como la ubicación. En lugar de la confluencia de Elkano con Herriko Plaza, Olentzero se ha situado cerca del escenario y con un nuevo decorado.