publicidad

El alcalde pide la proclamación de la III República "sin privilegios ni cargos heredados"

El alcalde durante la presentación del libro 'Antón en la Guerra Civil'
El alcalde de Barakaldo Alfonso García Alonso (PSE) ha pedido "abiertamente" en su blog personal "la proclamación de la III República". El mandatario socialista ha pedido "un nuevo sistema democrático" en el que los ciudadanos tengan "todo el poder de decisión" sobre los representantes institucionales. El alcalde señala que en ese sistema todos deberían someterse "por igual a un conjunto de principios fundamentales establecidos en una Constitución. Sin privilegios ni cargos heredados".


Entrada en su blog personal
A por la III República
Publicado en abril 15, 2014

Ayer conmemoramos el 83 aniversario de la proclamación de la II República; o, lo que es lo mismo, el régimen que implantó por primera vez el sufragio universal en nuestro país.

En 1933 -dos años después de iniciar su andadura la II República- hombres y mujeres de toda clase y condición pudieron votar en igualdad para elegir a sus representantes políticos, ejercitando un derecho irrenunciable que no se valora en su justa medida hasta que se pierde.

No fue casualidad que este derecho nos llegara de la mano de una República. Si hay un sistema democrático por definición, ése es la República, porque nos otorga a los ciudadanos y ciudadanas la capacidad de elegir a todas las personas que nos representan, incluido el Jefe del Estado. Y eso no ocurre en la actualidad. El Rey no fue designado en unas urnas ni puede ser expulsado de su cargo cuando una mayoría social así lo decida en unas elecciones.

¡Ojo! Para nada estoy intentado hacer de menos el trabajo de Don Juan Carlos por la democracia. De hecho, a estas alturas todos sabemos que su papel fue determinante para finalizar con casi cuatro décadas de dictadura Franquista.

Pero, dicho esto, creo que cada cual debe ser fiel a sus ideales, de reivindicar aquello que considera justo, y eso es lo que hago hoy, aquí, al pedir abiertamente la proclamación de la III República; un nuevo sistema democrático en el que los ciudadanos y ciudadanas tengamos todo el poder de decisión sobre nuestros representantes institucionales.

Un sistema independiente, en el cual tanto los gobernantes como los gobernados se sometan por igual a un conjunto de principios fundamentales establecidos en una Constitución. Sin privilegios ni cargos heredados.