Marcha de trabajadores contra el cierre, en enero de 2014
Erlantz Sánchez
La empresa con sede en Barakaldo Mebunik, parte del gupo Kider, ha cesado su actividad y, de este modo, ha dejado sin empleo a cerca de 80 personas, que se suman a los 310 trabajadores de la misma compañía en Amurrio y Murga. Los sindicatos han firmado este jueves un acuerdo con la empresa para la aplicación de un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción para los 388 empleados. "Este final es fruto de la irresponsable actuación de la Familia Lecertúa y CaixaBank accionistas de Kider y de su consejo de dirección", han destacado desde ELA, que ha arremetido contra el Gobierno Vasco y las diputaciones: "No han querido saber nada". El enlace sindical de UGT en Mebunik, José Manuel Gómez, ha señalado que los trabajadores llevan 16 años de media de antigüedad en la empresa y que el cierre ha afectado tanto a jóvenes de 25 a 30 años como personas de mediana edad. “Ya se veía venir en los últimos meses el cierre. Sabíamos que había empresas interesadas en comprar parte de Kider pero sin que sepamos el porqué las negociaciones no llegaron a buen puerto y hace 15 días nos comunicaron la decisión de cierre definitivo”, ha explicado Gómez, que ha indicado que la indemnización será de 30 días por año trabajado en el caso de que se consiga el efectivo suficiente o, en caso contrario, tendrán que conformarse con lo que les ofrezca el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
Comunicado de ELA
Este final es fruto de la irresponsable actuación de la Familia Lecertua y CaixaBank accionistas de Kider y de su consejo de dirección.
La plantilla acordó con el consejero delegado hace casi un año un plan de reestructuracion, que los dueños de la empresa se negaron a cumplir, presentando concurso de acreedores.
Durante el proceso del concurso la plantilla ha tocado todas las puertas habidas y por haber no encontrando ninguna respuesta positiva. Cabe resaltar de manera negativa la actitud mostrada por las instituciones (Gobierno Vasco y Diputaciones) que no han querido saber nada, mirando hacia otro lado cuando la plantilla les demandaba ayuda.
En febrero, ante la ausencia de un inversor que se hiciera con el control de Kider, la empresa solicita la liquidación y un ERE de extinción para toda la plantilla (388 trabajadores/as).
Ante esta situación, desde el sindicato ELA convocamos una huelga indefinida con dos objetivos primero denunciar públicamente a la Familia Lecertua, Caixabank y Gobierno Vasco y segundo pelear por unas indemnizaciones superiores a las que marca la ley.
Tras 10 días de huelga, y gracias a ésta, como reconoce hasta la administración concursal, se alcanza un acuerdo que respalda de manera unánime la plantilla.
A partir de este momento, la plantilla está a la espera del auto de extinción que acabara con una empresa viable llevada al cierre por una dirección irresponsable y unos accionistas (Familia Lecertua y CaixaBank) miserables.
Desde ELA queremos aplaudir el comportamiento de la plantilla de Kider que ha seguido la huelga de manera ejemplar dando una lección de lucha y dignidad.