Carta de Patxi Rubio
Egunon Barakaldo. Vivo en el barrio de San Vicente, desde… ¡casi desde que nací! Desde que tengo recuerdo, las fiestas de San Vicente han sido, y son, para mi familia y mis amigos algo muy importante cada año. Recuerdo cuando durante años el 22 de enero era festivo en Barakaldo y en sus colegios (¡no teníamos clase!). Poco a poco vemos como las cosas van cambiando y el patrón (o copatrón) de Barakaldo va quedando en el olvido y eso que nuestro pueblo se llama San Vicente de Barakaldo.
En el barrio, obviamente no se olvida nunca, es más, muchos de aquellos que por unas razones u otras están fuera, intentan volver en estas fechas si les dejan. Pero parece ser que al primero que se le ha olvidado el nombre del pueblo, su fundación y quién es 'santo maño', es al Ayuntamiento, a su alcalde y a su concejal de Cultura.
Para refrescar su mente, un breve comentario histórico recogido por un gran vecino de este barrio hace pocas horas:
La Romería de San Vicente bien pudiera ser la más antigua de todas cuantas se celebran en Barakaldo, por lo que debemos suponer que data del año 1340, fecha de la construcción de la iglesia. San Vicente Mártir fue nombrado oficialmente Patrón de Barakaldo el año 1643, por lo que también cabe suponer que fuera a partir de este año cuando se fijaron las bases de la futura romería.
Muy, muy clarificador.
Entiendo que con el tiempo ha venido mucha gente de fuera a Barakaldo, las costumbres van cambiando y la tradición se va diluyendo, pero no es culpa del paso del tiempo o de los recién llegados (que por otra parte siempre se han integrando sin problemas y a las mil maravillas, ejemplo de convivencia es nuestro barrio), en mi opinión es culpa del Ayuntamiento o más bien de quien lo ha regido y rige cada una de sus concejalías (y para ser más exactos, Alcaldía y Cultura) porque no son capaces de dar valor a nuestras tradiciones y a la cultura de nuestro pueblo (que parece no ser el suyo) , a nuestra identidad (que parece no ser la suya) y a lo que han vivido y nos han enseñado nuestros predecesores (y que parece que a ellos no les han enseñado o se les ha olvidado).
En fin, esta pequeña reflexión viene a cuento de que este martes fue 22 de enero, San Vicente, patrón de Barakaldo desde 1643 (copatrón desde la elección o imposición de Nuestra Señora del Carmen como patrona para contentar a la dirección de Altos Hornos cuando la sede de la empresa se instauró en Barakaldo, celebrando así fiestas en verano). Fue San Vicente pero la presencia del Ayuntamiento en la celebración de su patrón fue nula.
La misa mayor de las 12.00 horas en la parroquia de San Vicente estaba a rebosar, no cabía más gente en la iglesia. Había gente de todas las edades y de todo Barakaldo. Pero, cuál fue la sorpresa de todos esos barakaldés cuando al finalizar la misa, salieron a la calle y nada de nada. No hubo representación municipal, no hubo ni chistularis municipales. ¿Estarían todos celebrando San Vicente?
Entendemos que es un día laborable y no se pueden hacer muchos alardes, pero qué menos que unos piezas de chistu, una diana municipal o un pasacalles después de misa. Hablamos del patrón del pueblo. Seguro que los chistularis hubieran subido encantados (lo han hecho muchos años). ¿Quién no les instruyó?
Menos mal que, como siempre, los barakaldes curtidos en estas lides no desistimos a la hora de celebraciones y estamos preparados para todo. Así que como siempre, José Félix Larburu, Juan López Eskauritza (Viteri), Mikel Barbara y Agustín Lejarreta, entre otros, recordaron por el barrio que era el día del patrón a ritmo de chistu y tamboril. 'Eskerrik asko', cuadrilla. El resto del barrio se fue animando como pudo.
La comisión de fiestas hace lo que puede y, obviamente, teniendo que administrar "tan cuantiosa cantidad económica" recibida para organizar las fiestas en el barrio, prima el potenciar actos durante los fines de semana y no puede aportar mucho en ese día en concreto, y más siendo laborable.
Probablemente mi reflexión, o mejor dicho mi queja, no llegará a buen puerto y muchos de los que la lean me tacharán de 'lerdo', como mínimo, o iluso o radical. En fin, miles de apelativos que ni me importan ni me ofenden (por aquello de que no ofende el que quiere si no el que puede). Otros pensarán que hay cosas más importantes, de lo cual estoy totalmente convencido y lo corroboro.
Pero yo creo que estas pequeñas cosas también sirven para dar valores a los que vienen detrás (mis hijas, los hijos de todos los vecinos de nuestro barrio y de Barakaldo). Para que sientan que no viven en un sitio cualquiera, para que sientan que viven en un barrio, en un pueblo que tiene historia. Para que sean conscientes que antes que ellos, otros vivieron aquí y que nos intentaron dejar una semilla para regar y cuidar, y así con el paso del tiempo esa semilla regada por cada uno de nosotros se vaya haciendo gran árbol, gran roble que nos pueda acoger a todos.
Es simple y sencillamente mantener unas tradiciones y punto de referencia en el pasado para que el futuro no sea impersonal (eso implicaría que todos los que ya no están desaparecerían para siempre y yo me niego a que eso ocurra).
Yo no quiero que mis hijas vivan en un pueblo cualquiera, que les de igual vivir aquí que en Torrelodones. Yo quiero que mis hijas puedan decir orgullosas que son de San Vicente y de Barakaldo, jolín. Y en ello me empeño todos los días.
Hay otros muchos valores que inculcar a los que vienen detrás, por supuesto, pero el valor de amar a tu historia, a tu pueblo y a tu cultura es muy importante también.
Señores regidores de nuestro consistorio, sólo para su información: el próximo 22 de enero del 2014 es miércoles y seguirá siendo San Vicente, patrón de Barakaldo. Ojalá, el año que viene no tenga que volver a escribir una carta así (para evitar que me llamen pesado).
Eskerrik asko
Patxi Rubio Martín
Vecino de San Vicente