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Mónica González | directora del Orfeón Barakaldés
"Es una pena que la gente joven no se anime a mantener esta tradición tan nuestra de los coros"



Por Adela Estévez Campos | Fotos: Orfeón Baracaldés

La sociedad coral Orfeón Baracaldés nació el 30 de mayo de 1905 para difundir la música popular vasca, pero ya en sus primeros años empezó a compaginar ese repertorio con la representación de zarzuelas y la interpretación de música sacra. Desde entonces ha acompañado con sus voces a los vecinos de la anteiglesia en todo tipo de acontecimientos y festividades. Sus 107 años no han supuesto un freno. Acaba de participar en los conciertos de Santa Cecilia, en diciembre hará villancicos y también piensa en nuevos proyectos. Su directora musical, Mónica González Arzuaga, anuncia su intención de crear un coro infantil y de realizar conciertos pedagógicos dirigidos a los más jóvenes.


Pregunta. ¿A qué cree que se debe la gran tradición de orfeones en el País Vasco?
Respuesta. Los orfeones han sido producto de asociaciones civiles de carácter popular. Nacieron en Francia para rescatar a los obreros de sus, a veces tristes vidas, debido a sus condiciones económicas. Esta idea se extendió por todo el mundo llegando al País Vasco, el cual enseguida hizo suya esta tradición, Se crearon orfeones de artesanos y, sobre todo en nuestra tierra, de pescadores.

P. La actividad musical del Orfeón Baracaldés se centra únicamente en la zarzuela.
R. Es la principal actividad pero también incluye en su repertorio canciones populares, como habaneras o zorcicos y, por supuesto, cantos de carácter religioso, ya que cantamos bodas y otro tipo de conciertos que demandan un repertorio que no sea estrictamente zarzuelístico.

P. ¿Los componentes de la agrupación tienen formación musical y vocal?
R. No. La mayoría no tiene estudios musicales. Alguna persona tiene conocimientos que le ayudan a estudiar mejor las partituras, pero en general, no.

P. ¿Qué necesita una persona para incorporarse al Orfeón Baracaldés?
R. No se exige formación musical y los requisitos son voz, oído y, por supuesto, ganas y disciplina para acudir a los ensayos.

P. ¿Padecen ustedes escasez de voces masculinas y de falta de compromiso?
R. Las agrupaciones corales claro que nos quejamos de la poca afluencia de gente. Las mujeres suelen ser más disciplinadas que los hombres para acudir a los ensayos. En esto no puedo diferenciar mucho a unos de otros, ya que el granito de arena de cada uno es indispensable. Es una pena que la gente más joven no se anime a formar coros, a mantener esta tradición tan nuestra.

P. ¿Y los niños?
R. Hace tiempo con el orfeón colaboraba el coro infantil Baratzalde. En la actualidad sigo con las ganas de formar otro coro infantil para atraer a otro tipo de público, incluso estamos pensando en hacer algunos conciertos pedagógicos.

P. ¿Piensan volver a representar la zarzuela de ambiente barakaldés ‘Percal y Mahón’ en fechas próximas?
R. Esta obra, compuesta para la agrupación en 1946 por su entonces director, Tomás Aragües, con libreto del escritor local Ernesto Perea, es la zarzuela emblema de Barakaldo y del orfeón. Esperemos que nos dejen representarla más veces, ya que muestra la transformación de Barakaldo, de sus caseríos y huertas a su industria.

P. ¿Cuáles son las próximas actuaciones que tienen programadas en Barakaldo?
R. Por el momento, el día 22 de diciembre cantaremos villancicos en colaboración con Hijos de Almáchar, en su propia sede, y el 29 todos los coros de Barakaldo celebraremos la Navidad cantando en el Teatro Barakaldo.


P. ¿Se sienten respaldados por las autoridades locales?
R. Es un tema a veces un poco espinosos el de las ayudas y subvenciones. Siempre hay una de cal y otra de arena. 'Todos queremos más', como dice la canción, pero lo importante es seguir manteniéndonos, no sé si 100 años más, pero por lo menos estar y ser en este momento. Es lo importante.