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El Túnel del Lindane, recuperado para la sociedad


por Adela Estévez Campos | fotos cedidas por los usuarios del túnel

En mayo de este año, BarakaldoDigital publicaba la noticia de que un grupo de aficionados a la escalada estaba convirtiendo los 65 metros del Túnel del Lindane —el paso peatonal entre Ansio y Lutxana— en un espacio de entrenamiento —'boulder'— para todos los barakaldeses, dando nuevo valor a un lugar con un nombre de resonancias tan negativas para la ciudad. Cinco meses después, el túnel tiene una página web y se ha convertido, además del lugar en donde entrenan entre 20 y 50 escaladores de ambos sexos todos los días, en un sitio de reunión al que muchos acuden para conocer a otros apasionados de la escalada con los que, además, hacen 'quedadas' para ir al monte y organizan otro tipo de actos que deciden en asambleas de usuarios del túnel, como la que se ha reunido para responder esta entrevista.

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> 24/05/2012. Aficionados a la escalada crean un 'boulder' en el Túnel del Lindane



Entre esas actividades extras, en las fiestas de Beurko-Bagatza de 2012 organizaron "una competición para los más pequeños"; acaban de realizar un campeonato que, en palabras de sus organizadores, "ha sido todo un éxito y participó más gente de la esperada" y las comisiones festivas contactan con ellos continuamente para que monten rocódromos para las fiestas de los barrios.

La idea de crear este 'bulder' surgió por el cansancio de este grupo de escaladores barakaldeses que estaban hartos de tener que desplazarse a otros pueblos para practicar su deporte favorito. "Ante la incapacidad del Ayuntamiento para cubrir esta necesidad", este colectivo, con una larga experiencia en escalada deportiva, alpina y en rocódromos, que ya había colaborado en la construcción de varios 'bulder' privados, juntó muchas ganas y un puñado de euros, puestos a escote, para crear esta instalación para que todo el pueblo lo disfrutara libremente.

El lugar se consideró idóneo debido a que "está cubierto, tiene luz, es un lugar transitado, está cerca del metro, tiene la pared de hormigón imprescindible para poder pegar las piedras para escalar, está casi en el centro geográfico del pueblo entre Lutxana, Cruces y el núcleo urbano de Barakaldo, se puede llegar en bici por el 'bidegorri' —carril-bici— que pasa por el túnel y tiene las dimensiones perfectas para poder practicar este deporte: 65 metros de largo".

Hasta ahora, los escaladores barakaldeses se iban al polideportivo Sakoneta, en Leioa, que cuenta con más de 600 escaladores apuntados con una cuota anual de 30 euros; al del polideportivo de Portugalete, con una cuota de 90 euros anuales; a Arkalanda, en Leioa, gratuito; y al parque Benedicta, entre Sestao y Portugalete, también sin coste; todos ellos municipales, y por supuesto al túnel de Txurdinaga, también gratuito, en la calle, creado hace más de 20 años por los escaladores cuando casi no se conocía este deporte.

Ante estos datos, la pregunta es ¿por qué no usaban el rocódromo del polideportivo de Gorostiza? Para ella surgen enseguida muchas respuestas: “Es pequeño para gente que escala habitualmente y muy desplomado para los que quieren empezar o practicar de vez en cuando, nada más subirse se les 'petan' los brazos y se les quitan las ganas de volver. Las presas están colocadas sin sentido, encajonado en una esquina del frontón, al aire libre aunque con techo, además cerrado con una valla bastante peligrosa por la proximidad a los laterales del rocódromo y, para colmo, hay que estar federado en montaña para poder entrar. Algo que no ocurre en ningún otro rocódromo. Para ir a la piscina no hay que estar federado ni para entrar al frontón ni para ningún deporte excepto la escalada. Además, la entrada es cara. Según parece, todo para el pueblo pero sin el pueblo. Antes de que se instalara, varios miembros del club alpino de Barakaldo intentaron asesorar al Ayuntamiento y enseñarles los rocódromos de los pueblos cercanos, pero hicieron oídos sordos. Han realizado una gran inversión, con toda su buena intención, que no se pone en duda, en una instalación que casi no se usa, por un mal asesoramiento y quizás una cierta falta de interés".

Euskadi siempre ha destacado por sus escaladores y por la afición a este deporte. "Estamos rodeados de montes y siempre nos ha gustado subir con la bota de vino y el 'bocata' de chorizo”, dice uno de los usuarios del túnel que ha acudido a la asamblea.

Existe la modalidad al aire libre o en rocódromo. Para practicarlo, según afirman, sólo son necesarios pies de gato y magnesio (de 40 a 50 euros), además de un buen estado físico y de fuerza en los brazos. En el túnel hay distintas travesías que se diferencian por su dificultad y que aparecen descritas y señalizadas en la web.

De momento no han tenido apoyo institucional, sí del Grupo Alpino Turista, aunque hay un proyecto que puede cuajar con el Ayuntamiento de Barakaldo.