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El asesino de Cristina Estébanez alega defensa propia y enajenación mental


por Koldo Llorente

 Comienza la vista oral contra el supuesto autor de la muerte  Los hechos ocurrieron el 6 de diciembre de 2010 en una vivienda en Cruces  El Ministerio fiscal pide 35 años de prisión y la acusación particular 40 • El Ayuntamiento se ha personado como acusación popular 
Enajenación mental transitoria y defensa propia son los argumentos que ha presentado el acusado en el juicio que ha comenzado este martes en Bilbao para determinar las responsabilidades por el crimen del 6 de diciembre de 2010 ocurrido en el barrio de La Inmaculada, en Cruces, en el que murió Cristina Estébanez y resultó herido grave el compañero sentimental de ésta. El presunto asesino de la barakaldesa de 25 años, su exnovio, ha asegurado en la Audiencia Provincial que no es consciente de haber apuñalado hasta la muerte a la mujer y ha alegado que agredió con una catana al compañero sentimental de la fallecida después de que éste le amenazara con un cuchillo en el curso de una discusión.

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> 6/12/2010. Mata a su exnovia de 25 años de edad y hiere de gravedad al compañero de ésta en La Inmaculada
> 7/12/2010. El Ararteko investigará si falló el sistema para prevenir el asesinato de Cristina Estébanez
> 7/12/2010. La mujer asesinada recibió atención psicológica del Ayuntamiento 72 horas antes del crimen
> 13/12/2010. La familia del novio de Cristina Estébanez dice que es falso que el Ayuntamiento le ofreciera protección
> 14/12/2010. El Ayuntamiento reitera que Cristina Estébanez sí recibió protección de los servicios municipales
> 14/12/2010. El padre de Cristina Estébanez reclama explicaciones por el "fallo" en la protección a su hija asesinada

> 22/11/2010.  Los agresores familiares de mujeres en Barakaldo son de origen local y empiezan antes de los 18 años


Ha pasado casi un año y medio desde aquel 6 de diciembre de 2010 en el que Cristina Estébanez y su novio fueran atacados supuestamente por S.M.G. La mañana de este marte ha comenzado el juicio en la Audiencia Provincial de Bilbao en el que ha declarado el presunto autor de los hechos. El relato oficial afirma que el varón, con orden de alejamiento tras cuatro años de relación con la víctima, accedió al piso de la joven en la calle La Inmaculada descolgándose desde la azotea con una cuerda y un arnés. El imputado esperó a su exnovia y la nueva pareja de ésta, atacó con una catana y clavó un cuchillo de 32 centímetros al hombre, que pudo huir; mientras la mujer, que intentó refugiarse en una habitación, fue apuñada por la espalda en dos ocasiones, siendo alcanzada en una de ellas en la médula, lo que le causó la muerte de forma inmediata.

La versión del ahora juzgado es diferente. Según ha sostenido ante el jurado, antes de ir a la casa estuvo haciendo escalada y entró con una llave que ella le había proporcionado anteriormente con la intención de esperarla para poder hablar con ella cuando llegase. Para sorpresa de él, Cristina llegó acompañada de su nuevo novio. Empezaron a discutir, la pareja de la joven cogió un cuchillo y, según el acusado, “en un forcejeo por intentar quitarle el cuchillo le cortó el cuello”. El imputado sostiene que después de lo ocurrido solo recuerda a la fallecida tumbada en el suelo y que corrió donde su madre y le dijo que creía que había matado a Cristina, y esta fue quién alertó a la policía, ya que “no paraba de llorar y no tenía fuerzas para hablar por teléfono”.

S.M.G. está acusado de asesinato, tentativa de asesinato del novio de la mujer, allanamiento de morada y por violación de la orden de alejamiento de 300 metros hacia ella. La fiscalía pide 34 años y ocho meses de prisión por los cuatro delitos: 20 por el asesinato, 12 por el intento de asesinato, 1 año y 8 meses por el allanamiento de morada, y un año por incumplir la orden de alejamiento. Además, en el caso de que el jurado popular le declarase culpable tendría que indemnizar con 48.000 euros al novio herido y 97.000 euros al padre de la asesinada. 

La fiscalía ha dicho que el día anterior al crimen el presunto autor del crimen pidió material de escalada a un amigo, que testificará en los próximos días. Además, ha expuesto que “los hechos ocurridos aquel día estaban claramente planeados y que no fue un arrebato”, al contrario que lo que dice el acusado y su abogada de defensa.