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El Ayuntamiento asegura que sólo ha habido "dos o tres casos" graves de absentismo escolar en Barakaldo en cinco años

El concejal de Educación del Ayuntamiento de Barakaldo, Carlos Fernández (PSE), ha asegurado que el municipio apenas ha registrado "dos o tres casos" graves de absentismo escolar, con actuaciones ante la Fiscalía de Menores, en los últimos cinco años. Los datos se han conocido durante una rueda de prensa, organizada en plena jornada de huelga general, en la que el equipo de gobierno se ha felicitado porque el programa contra el absentismo ha dado resultado en la mitad del millar de casos en el que ha intervenido en 10 años.


Nota de prensa
El Ayuntamiento de Barakaldo ha intervenido en más de 1.000 casos de absentismo escolar en diez años
> El programa, pionero en Euskadi, ha logrado mejorar la situación de más de la mitad de los alumnos y alumnas que faltaban a clase
> 8 educadores se encargan de atender los casos en los propios colegios

Barakaldo, 29−3−2012

El Ayuntamiento de Barakaldo apuesta fuerte por la educación. A las múltiples iniciativas que la institución local organiza para los colegios de promoción del euskera, la cultura y los valores de solidaridad, se le unen infinidad de recursos económicos y servicios que curso tras curso se ponen a disposición de los centros gracias a la condición de Ciudad Educadora. Porque una juventud bien formada es garantía de un futuro mejor. El alcalde, Tontxu Rodríguez, ha hecho hoy balance de los diez años de vida de uno de estos servicios municipales: el Programa para el Control del Absentismo Escolar y de la Desescolarización.

Se trata de una iniciativa pionera en Euskadi que está dando muy buenos frutos. El Ayuntamiento ha intervenido ya en 1.074 casos; 578 con alumnos y alumnas de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y 496 de Educación Infantil y Primaria. Hay que tener en cuenta, no obstante, que parte de los estudiantes absentistas en Infantil y Primaria lo son también en Secundaria. El porcentaje de mejora del absentismo es de más del 50%.

Según ha recordado Tontxu Rodríguez, la idea de implantar el programa surgió en el curso 2001-2002 y nació oficialmente poco después, en octubre de ese último año, con el objetivo de garantizar la correcta escolarización de los menores de edad en la enseñanza obligatoria.


PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

Fue en febrero de 2004 cuando se consolidó ya un equipo de educadores y educadoras municipales que desarrollaban el programa municipal de tutoría de tarde en los institutos y, a la vez, se responsabilizaban del seguimiento de los casos de absentismo escolar. Con el transcurso de los años este equipo se ha ido aumentando y consolidando, hasta contar con ocho personas: dos técnicos educadores y seis educadoras presentes en los institutos del municipio y en un colegio concertado. Hasta verano otro técnico más trabaja en esta la materia.

Además, poco después se constituyó una Comisión de Seguimiento que se reúne trimestralmente para analizar los casos con la presencia de miembros de las áreas Cultura y Educación y Acción Social y de la Policía Local. También existe una Mesa Local de Absentismo, compuesta por miembros de los equipos directos de todos los centros escolares de Barakaldo, responsables del Berritzegune del Gobierno vasco, los técnicos municipales responsables del programa y un representante de la Inspección Educativa de la Delegación de Educación del Gobierno vasco.

El protocolo de intervención es sencillo. “Cuando tenemos constancia a través de un informe del centro escolar de que un estudiante ha faltado de forma significativa a las clases en el último mes, enviamos una primera carta certificada de aviso a las familias, advirtiéndoles de los riesgos que supone el absentismo y la importancia de corregirlo cuanto antes”, ha comentado el alcalde.

Para enviar una carta de este tipo debe ocurrir cualquiera de las siguientes circunstancias: que se den los primeros registros de absentismo superiores al límite del 20% establecido, que se produzca una asistencia irregular prolongada (esto es, cuando se ha comprobado que el alumno o alumna falta a menudo a clase aunque no llegue nunca al límite de porcentaje permitido), o que, a través de las observaciones recibidas en los informes mensuales, se constate que las justificaciones aportadas por la familia dejan de ser creíbles y que, por su cantidad, se pone en riesgo el éxito escolar del menor.


SEGUIMIENTO EXHAUSTIVO

Después de enviar la carta, se comienza a hacer un seguimiento del caso. Primero, en una primera fase, se recoge información de los responsables escolares sobre la situación en la que se encuentra la intervención de los padres o tutores (si se ha llamado a la familia, cómo ha respondido, si se ha reconducido el caso, etc.) y también sobre el historial académico y el tipo de conducta que mantiene el estudiante; la relación con el profesorado y con los compañeros, compañías habituales, posibles problemas disciplinarios…

Se transmite esta información a los responsables del equipo y a la trabajadora social correspondiente. Se averigua si la familia del alumno o alumna absentista es conocida por ella y, en caso de que se esté interviniendo socialmente en dicha familia, se pone a su disposición para iniciar la intervención. En el caso contrario, se comienza el seguimiento y se mantiene a la trabajadora social informada periódicamente de la evolución del mismo por si, en algún momento, cree conveniente iniciar su intervención con la familia y el menor.

En una segunda fase se pone en marcha, coordinadamente con el resto de programas municipales, un proceso de seguimiento, que consiste en tomar contacto con el estudiante y su familia. En la medida que pasado un tiempo no se evidencie una mejoría, se ponen en marcha otro tipo de actuaciones encaminadas a intensificar el contacto y las llamadas de atención.

En concreto, se realiza una entrevista personal con el alumno y alumna para lograr un compromiso de asistencia y reuniones periódicas para vigilar su cumplimiento. Y en los casos en los que se vea conveniente reforzar estas actuaciones, se oficializará el compromiso con un contrato firmado en el Ayuntamiento entre el estudiante, su familia, el director del centro escolar o en quien éste delegue y el concejal de Educación y presidente de la Comisión de Seguimiento.

Posteriormente, si no se aprecia mejoría, se pasa una tercera fase que consiste en visitar el domicilio familiar e intentar poner fin definitivamente al absentismo escolar con la colaboración de la familia.


REQUERIMIENTOS Y APERCIBIMIENTOS

“Cuando ni siquiera de esta forma se logra una solución, pasamos directamente a realizar requerimientos oficiales”, ha descrito Rodríguez. El primero de estos requerimientos es la citación a la familia para pedir explicaciones sobre los motivos de que continúe el absentismo. La citación la hace llegar la Policía Local a los domicilios de dichas familias y, cuando los alumnos y alumnas son de Secundara o repetidores de 6º de Primaria, también estarán presentes en la citación.

En el caso de que la familia no acuda y continúe el absentismo, se cursa una segunda citación. Y si reincide en faltar se pasa directamente al apercibimiento. En el apercibimiento, que lo entrega en mano también la Policía local, se le advierte a la familia de que se van a tomar medidas legales y sociales, a no ser que haya una mejoría inmediata.

Si a pesar de haber aplicado todos estos recursos, que constan en el protocolo de actuación, la situación de absentismo se ha enrocado, se deriva el expediente a la Delegación de Educación del Gobierno vasco como responsable de aplicar las medidas correspondientes. Se trata ya de medidas judiciales o de intervención social en la familia que no son deseables, pero que llegado el caso el Ejecutivo autónomo puede llevar a cabo.