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Bildu espera una nueva etapa en el Ayuntamiento y pide al PSE que cierre un ciclo y vuelva a sus orígenes

• Apuesta por la no profesionalización de la política y por la rotación de los cargos Plantea un ayuntamiento "que contribuya también a crear las condiciones necesarias para resolver el conflicto que padece nuestro pueblo" • Propone un pacto por la democratización del ayuntamiento, de sus reglamentos internos, por la participación, por la transparencia y publicidad de todas y cada una de sus actuaciones 
Bildu Barakaldo ha mostrado su confianza en que este sábado, día de constitución de la nueva corporación sea el comienzo de "una nueva etapa, que acabe con lo peor de la anterior, que abra las puertas del ayuntamiento de par en par, que deje que entre aire fresco, transparencia y participación". Bildu ha pedido al PSE-EE de Barakaldo que haga una reflexión sobre los resultados obtenidos el 22 de mayo que les lleve "a buscar sus orígenes con la intención de volver hacia ellos" y "a cerrar un ciclo para olvidar, representado por el actual alcalde, por el anterior, y por el sempiterno Suances". "Cambiar, recuperar viejas señas de identidad, o morir con sus lideres de cartón", propone a los socialistas la coalición.

Nota de prensa:

Nos encontramos en la víspera de la constitución de un nuevo ayuntamiento. Un Ayuntamiento que va a ser, que debiera ser, muy diferente a los que hemos conocido anteriormente.

Los resultados electorales debieran ser un toque de atención para todos. Para nosotros lo son, a pesar de haber entrado con éxito en nuestra primera comparecencia electoral como Bildu.

Somos conscientes de que, habiendo creado ilusión y expectativas en una parte importante de nuestro pueblo, en los sectores de la izquierda plural, soberanista, y alternativa, todavía son muchos y muchas las baracaldesas y baracaldeses desencantados con la política, con la acción de los políticos profesionales, por el funcionamiento de unas instituciones alejadas cada día más de la sociedad, por las diferentes decepciones y desencantos producidos, por qué no decirlo, también en el ámbito de la izquierda. Y la abstención es una buena muestra de ello.

Esperamos y estamos convencidos, de que no sólo no vamos a defraudar a aquellos que nos han votado, sino que, además, vamos a ir atrayendo a cada día más sectores sociales de nuestro pueblo. Porque estamos convencidos de que la alternativa a tanto político gris, a tanto profesional de la moqueta, a tanto obscurantismo y falta de transparencia, a tanto recorte de derechos y presupuestos sociales, sólo puede venir desde la izquierda más comprometida con nuestro país, desde aquellos que ya trabajan en los diferentes colectivos sociales, culturales, sindicales, por demostrar que todavía es posible otra forma de hacer y de entender la política, donde todavía sea posible pensar que el esfuerzo colectivo, el trabajo voluntario y militante, puede hacer cambiar la realidad. Sí, estamos convencidos, que, desde la humildad, con modestia, la alternativa también en Barakaldo ya se ha empezado a construir con el propio nacimiento de Bildu.

La apuesta por la unidad desde la diversidad, por la convergencia permanente con cada día más sectores políticos, sociales, y sindicales de la izquierda de nuestro pueblo va a seguir manteniéndose. El objetivo de ir recuperando militantes desencantados e ir atrayendo a nuevos también. La apuesta por la no profesionalización de la política, por la rotación de los cargos, por llenar las instituciones con hombres y mujeres de la calle, suficientemente preparados y experimentados ya en mil batallas, pero ajenos a la lógica de la política de la imagen, de los juegos de poder, de los repartos de sillones, seguirá siendo una de nuestras señas de identidad. Porque somos y queremos seguir siendo diferentes a los políticos del sistema. Porque queremos seguir siendo parte activa del pueblo, y no “salirnos” de él. Por ello esperamos ir recuperando confianzas e ir sacando de la abstención y del desencanto a cada día más barakaldeses.

Pero no sólo desde la izquierda, desde el análisis de la abstención, han sido significativos estos resultados electorales. También ha sido importante la distribución de los votos emitidos. Además de la irrumpción de Bildu, hay que destacar el avance del PNV, y, en menor medida del P.P, junto al bajón del PSOE. La imagen del nuevo consistorio va a ser muy diferente al anterior.

Y debería ser un motivo de análisis, en primer lugar para el PSOE. La bajada mucho más acusada que en otros pueblos de la comarca, ha tenido mucho que ver, seguro, con las políticas antisociales, de derecha pura y dura en lo económico, que han venido practicando tanto Zapatero como Patxi López (en este último caso, agravadas por el desgaste que supone su pacto con el PP, y la percepción que se tiene de que lo único que hacen es poner palos en las ruedas de la solución del conflicto). Pero también han tenido mucho que ver con el hartazgo a una forma de entender la política, a liderazgos ficticios basados en la imagen vacia, sin nada detrás, que intentan esconder políticas predemocráticas de obscurantismo, falta de transparencia y participación, sospechas de clientelismo, enchufismo, manipulación, y pelotazos.

La campaña presidencialista de Tontxu Rodriguez, y los resultados obtenidos, debieran suponer una reflexión dentro del PSOE, que ojala les llevara a buscar sus orígenes con la intención de volver hacia ellos. Y también, posiblemente, a cerrar un ciclo para olvidar, representado por el actual alcalde, por el anterior, y por el sempiterno Suances.

Que no olviden que todavía siguen siendo la opción más votada, que todavía tienen una oportunidad de cambiar. Savia nueva, nuevas ideas (que enlacen con las viejas, si es que las recuerdan). Cambiar, recuperar viejas señas de identidad, o morir con sus lideres de cartón.

Este sábado debe comenzar una nueva etapa, que acabe con lo peor de la anterior, que abra las puertas del ayuntamiento de par en par, que deje que entre aire fresco, transparencia y participación. Ahí tenemos un reto. Bildu, en la campaña electoral, ya ha propuesto un pacto por la democratización del ayuntamiento, de sus reglamentos internos, por la participación, por la transparencia y publicidad de todas y cada una de sus actuaciones. Un ayuntamiento en el que no sólo cualquier partido político, sino cualquier asociación o cualquier vecino pueda recibir información de lo que está ocurriendo en cada area. Hoy existen medios técnicos suficientes para hacerlo posible. Ese debe ser el primer reto.

Pero también debe ser un ayuntamiento distinto en la forma de relacionarse entre los diferentes. No podemos reproducir en los pueblos la política de confrontación que llevan a cabo las direcciones de algunos partidos. Los ayuntamientos debieran ser un ejemplo de cercanía, de capacidad de dialogo entre diferentes, de respeto en la diferencia. Y estamos convencidos de que es posible.

Los concejales y concejalas de Bildu van a ser un ejemplo de ello. No se van a negar a hablar con nadie, no van a prejuzgar a nadie, aún sabiendo que, de momento, en la mayoría de las políticas económicas y sociales nos vamos a quedar sólos frente al partido trifásico de los recortes, el que representan el PNV, PP, y PSOE.

En este nuevo escenario político que se está abriendo, desde las instituciones locales se puede hacer mucho por consolidarlo. Por eso apostamos por un ayuntamiento que contribuya también a crear las condiciones necesarias para resolver el conflicto que padece nuestro pueblo, que apueste por tender puentes, unir voluntades, por hablar, por dialogar entre los diferentes, por la defensa de todos los derechos, para todas las personas, y la igualdad de oportunidades para la defensa de todas las ideas.
Ese es nuestro reto, ese debiera ser también el reto del resto.