publicidad

Mari Nieves Roca | secretaria de Barakaldo con el Sáhara Salam
“Los niños saharauis viven con un asombro increíble su acogida de verano en Barakaldo”


por Koldo Llorente

La razón por la que Mari Nieves Roca se acercó a la causa del pueblo saharaui tiene nombre de mujer: Tutu. Esta niña pasó cinco veranos en Barakaldo gracias a la solidaridad de la familia de Roca, que desde entonces —desde el año 2001—, como hacen decenas de personas en Bizkaia, acoge cada verano a un pequeño y le permite así escapar el fuego del desierto en el que encuentran los campamentos de refugiados. Esta barakaldesa se encuentra ahora al frente de la asociación Barakaldo con el Sáhara Salam en el puesto de secretaria. Los beneficios mutuos de la experiencia de la acogida estival y el anhelo de que el pueblo saharaui pueda algún día regresar a su tierra impulsan la actividad de este colectivo.

Mari Nieves Roca con los niños de Habub en los campamentos
P. ¿Cuándo empezó a acoger niños saharauis?
R. El mismo año que me incorporé a Salam, en 2001, cuando acogí a Tutu.

P. ¿Por qué decidió acoger a niños?
R. Un día vi un cartel con mi hija y me dijo que podíamos acoger a alguien y recibimos a Tutu. Nos pareció que podría ser una buena idea. Así que hablamos con la asociación y no hubo ningún problema. Y así hasta el día de hoy y muy bien. Tutu estuvo cinco veranos en mi casa. Ahora tenemos a Jabu, que vendrá por tercer verano consecutivo este curso.

P. ¿Qué edad tienen los pequeños?
R. Entre 8 y 12 años.

P. ¿Cómo se sienten los niños al venir a Barakaldo?
R. Ellos nunca han salido del desierto. No conocen nada. Ni siquiera saben lo qué es un grifo y cuando vienen aquí alucinan en colores. Muchos de ellos tampoco han subido escaleras y cuando se enfrentan a ello por primera vez les cuesta. Cuando entran en un ascensor se les queda una cara de asombro increíble.

P. ¿Qué efectos tiene para ellos pasar el verano fuera de los campamentos?
R. Les sienta muy bien. Vuelven muy contentos. Mucha gente piensa que tras dos meses van a volver deprimidos, ya que aquí no les falta de nada, pero son pequeños y quieren ver a sus padres. Además llevan una bolsa con muchas cosas que han comprado. Si vienen alrededor de 400 niños, los que se marchan llorando se pueden contar con los dedos de una mano. Además, cuando les traes están muy delgados y se nota que su alimentación no es buena. Cuando vuelven se nota que han engordado. Si fuesen más mayores sería diferente, a la mayoría probablemente le gustaría quedarse más tiempo. Otros, en cambio, no quieren salir de su entorno y no vienen.

P. ¿Qué tipo de actividades hace con ellos cuando les acoge?
R. El primer mes, bastantes, porque hay niños que son nuevos y queremos ver cómo se adaptan. Hacemos encuentros y vamos de excursión. En fiestas de Barakaldo hacemos talleres durante una semana. A finales de agosto o primeros de septiembre organizamos también una cena de despedida.

P. ¿Mantienen contacto con la familia?
R. Siempre, tanto los dos meses que están aquí como el resto del año. Yo suelo ir a verles cuando puedo. He ido cinco veces.

P. ¿Tiene intención de seguir acogiendo niños en el futuro?
R. De momento, como Jabu será el tercer verano que venga y quiero pensar que todavía le faltan otros dos más, en principio acogeré a Jabu. Después, ya veremos cómo se da la situación, pero seguramente habrá que seguir trabajando.


"Nuestro objetivo es que los refugiados puedan volver al Sáhara occidental"
P. ¿Qué tareas se desarrollan en la asociación?
R. Es una ayuda al pueblo saharaui. Por un lado, hacemos una recogida de alimentos en todos los centros de Barakaldo y también de Sestao. También desarrollamos diferentes proyectos como, por ejemplo, la reahabilitación de una escuela que hemos realizado en los campamentos. Ahora mismo estamos con un programa de alimentación a una casa de enfermos que está en Argel. Conseguimos aquí dinero y lo enviamos allí y supervisamos que los enfermos coman lo que está establecido.

P. ¿Cuáles son los principales objetivos de la asociación?
R. Nuestro objetivo principal es que puedan volver al Sahara occidental, pero como estamos lejos de conseguirlo intentamos ayudarles en todo lo que podamos para que tengan una mejor calidad de vida.