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"Si hago esto es por mi hijo, para que acabe los estudios"



Crónica y foto por Erlantz Sánchez

"Me ha tocado hacer esto, como última medida", decía nervioso Luis Miguel Santamaría, de 59 años de edad, al hacer pública su situación delante de la prensa. Este barakaldés de Zuazo vive desde hace un mes y medio en condiciones precarias con su hijo, de 18 años y estudiante de un instituto en la anteiglesia. En agosto, ambos se tuvieron que instalar en un coche abandonado en una calle junto a la comisaría de la Ertzaintza en Sestao después que se agotaran todos sus ahorros y se quedaran sin casa debido a un embargo. Atrás quedan todos los años de trabajo. Ahora ha perdido el subsidio mensual del que disponía. Es la pescadilla que se muerde la cola: para tener ayudas hay que tener vivienda y como no tiene piso no tiene derecho a subsidio.

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> 1/10/2010. La policía municipal de Sestao se lleva el coche y deja en la calle al barakaldés con su hijo de 18 años
> 1/10/2010. Barakaldo anuncia que no atenderá a la familia que vive en un coche porque no está en la anteiglesia



La único que pide es un techo para así, después, poder empadronarse y tener acceso a las ayudas sociales de la localidad. El que se encuentran viviendo se encuentra abandonado. Lo encontró abierto, bloqueado por el cepo de la policía municipal. Para resolver su situación, como último recurso, ha decidido contar su caso a la prensa. Santamaría confiesa que hace esto por su hijo, "para que pueda acabar sus estudios".

Hasta el momento, no ha conseguido nada por las vías oficiales. Se reunión con el alcalde de Sestao, José Luis Marcos Merino (PSE), y también ha estado con los servicios sociales de Barakaldo. Pero tiene pocas esperanzas de conseguir una solución. En su batalla cuenta con la ayuda de la plataforma contra la exclusión social y por los derechos sociales Berri-Otxoak, que está cooperando para sacarle de esta situación.