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El barakaldés que navegó hasta Nueva York

Llegada de inmigrantes a la isla de Ellis a comienzos del siglo XX. Foto: pingnews.com
La isla de Ellis era el punto de entrada de los emigrantes a Estados Unidos a comienzos del siglo XX Recibió a 20 millones de personas entre 1880 y 1930 Los barakaldeses Pío Gutiérrez, José María Deva, Constantino Coto, José María Hurtado y Florentina y Gonzalo Alday aparecen el registro de inmigración de Ellis José Álvarez entró en 1918 como ayudante en el buque Mar Negro
A bordo del crucero británico Teutonic, que se convirtiría en 1914 en buque armado para la I Guerra Mundial, llegó a Nueva York el 10 de marzo de 1909, como parte de un grupo de 37 personas, Pío Gutiérrez, de 18 años de edad, nacido en Barakaldo, casado y que había iniciado su viaje hacia Estados Unidos desde el puerto francés de Cherbourg. El impreso de inmigración que tuvo que rellenar en la aduana de la famosa isla de Ellis, desde donde veía la Estatua de la Libertad, señala que acudía junto a su padre "Mareus", de 45 años y natural de Carande (León), al encuentro de su hermano Vicente, en San Bernardino, cerca de Los Ángeles. El estado de salud mental y física era "bueno" y en su declaración negaban ser polígamos o anarquistas.

Pío y su padre son una muestra de los millones de personas que llegaron a finales del siglo XIX y comienzos del XX en busca del 'sueño americano'. Como ellos, según cuentan los registros en Internet de la isla de Ellis, al menos otros seis barakaldeses llegaron en este periodo a la ciudad de los rascacielos para hacer las Américas: José María Deva, Constantino Coto, José María Hurtado, José Álvarez y Florentina y Gonzalo Alday.

Foto: Erica_Marshall
José María Deva fue el único de los seis barakaldeses que constan en el archivo que llegó, desde Bilbao, en un vapor vasco comprado por Sota y Aznar y dedicado a travesías de España a Nueva York. La embarcación se llamaba Urkiola Mendi —fue desmontado en 1967— y Deva desembarcó el 14 de abril de 1919 junto a otros 31 pasajeros, todos españoles y la mayoría de ellos vizcaínos de lugares como Gorliz, Bilbao, Bermeo, Larrabetzu, Mandata, Algorta, Deustro, Vitoria, Lekeitio o Elantxobe. No se sabe si soltero o casado, este vecino de Barakaldo, nacido en Bilbao el 23 de agosto de 1882, era primer maquinista en el barco que le había llevado hasta el nuevo mundo.

La nave francesa Hudson —con capacidad para 760 pasajeros, de los que 700 iban en tercera clase y los restantes en segunda— también dejó casi sólo españoles —la mayoría de sólo 18 años de edad— cuando atracó el 17 de noviembre de 1914 en el puerto de Nueva York procedente también de Bilbao. Entre todos ellos se encontraban los barakaldeses Constantino Coto (viudo, de 58 años y alfabetizado) y José María Hurtado (casado, de 49 años), este último con destino final declarado en ciudad de México.

Florentina y Gonzalo Alday llegaron a Nueva York el 3 de noviembre de 1920. Llegaba, junto a otros 530 viajeros, a bordo del Olympic, que había salido de Cherbourg, de Francia, y que era un enorme trasatlántico —gemelo del Titanic— de cuatro chimeneas y dos mástiles con capacidad para 2.764 pasajeros, de los que 1.054 eran de primera clase, 510 de segunda y 1.200 de tercera. El matrimonio viajó para encontrarse con su hijo Gerardo, que vivía en el neoyorkino Brooklyn Heights —uno de los cuatro barrios 'españoles' en la gran manzana— y que se había hecho cargo de los pasajes.

El registro de Ellis también identifica a José Álvarez, de 20 años e hijo de Vicente y Macaela,  como otro de los barakaldeses que tuvo que rendir cuentas en los servicios de inmigración en la gran manzana. Álvarez era ayudante en el barco Mar Negro —propiedad de Urquijo y Aldecoa—, en el que se había enrolado el 5 de diciembre de 1917 y con el que atracó en Nueva York el 21 de abril de 1918, procedente de Marsella vía Gibraltar.

Niños inmigrantes en la isla de Ellis en 1908. Foto: Brown Brothers