Toda la oposición coincide en señala que la situación es grave y el PSE relativiza los datos y dice que es fruto de la crisis. El dato es que el año 2009 se cerró finalmente con 13 millones de euros de déficit y el equipo socialista de Gobierno ha reconocido, en el pleno de este jueves, que tendrá que adoptar un plan de reequilibrio y de saneamiento —como obliga la ley— y que lo hará "lo antes posible", lo que supondrá, según ha adelantado, "intentar controlar el gasto". Los populares han advertido de que los socialistas "van a poner de nuevo el Ayuntamiento en quiebra" si siguen con su política financiero.
El PNV ha destacado la gravedad de los datos y ha instado a aplicar la ley y poner en marcha un plan de saneamiento, al tiempo que ha denunciado que el equipo de Gobierno "no es consciente de la situación" y mantiene bloqueados —pese a las necesidades— un total de 20 millones de euros que están depositados en un banco en una cuenta a plazo.
Los populares han indicado que el estado actual se debe a la mala elaboración de presupuestos por parte del PSE, al que ha acusado de que, pese a que ya se sabía que había crisis, incrementó el gasto en un 12% y además no lo hizo en el capítulo social, que, precisamente, cayó en 2009 un 12% respecto al año anterior. Como ejemplo, han citado que el capítulo para ayudas a la dependencia pasó de 27.000 a 23.000 euros; la ayuda a domicilio cayo en 600.000 euros desde los 3,6 millones de 2008; y las subvenciones para residencias de ancianos se redujeron a 0,34 millones desde los 0,5 millones del ejercicio anterior. "Los datos son malos y graves, pero pueden ser incluso peores", ha advertido la edil Amaya Fernández, que ha revelado que "ha caído un 72% la solvencia del Ayuntamiento".
El edil 'abertzale' Txiki Castaños ha expuesto que el déficit era previsible desde el primer momento, como ya se advirtió cuando se aprobaron los presupuestos de 2009, con los votos de PSE y gracias a la anstención del PNV. "La situación se debe a cómo se elaboran los presupuestos y ya se veía que no se iban a cumplir las previsiones de ingresos".
El PSE ha alegado que el desfase entre ingresos y gastos se ha debido a la crisis y ha destacado la disminución de las aportaciones de la Diputación con cargo a los fondos Udalkutxa. En cualquier caso, ha defendido que el enduedamiento es del 4,4% (165 euros por habitante) y "no es escandaloso", a diferencia de lo que sucede en Madrid, Valencia o Málaga. En cualquier caso, ha admitido que se presentará un "plan para reequilibrar las cuentas" porque "por supuesto hay que ajustarse y tomar medidas".
