publicidad

Las casas de cultura empiezan el año sin empresa que las gestione


+ El Ayuntamiento ha dejado que se agotara el actual contrato
+ Un procedimiento extraordinario impedirá que se cierren las casas
+ Antes del 1 de abril debe haber un adjudicatario para dos años
+ En tres meses se debe resolver lo que no se hizo en un año
+ Sólo hay 11.142,59 euros para actividades culturales para tres meses
Aunque se las prometían felices, no han llegado a tiempo. El área de Cultura —con el concejal Carlos Fernández y su asesor ejecutivo Francis Corpas al frente— no ha conseguido empezar el año con el contrato firmado para gestionar las casas de cultura, que, de este modo, están sin adjudicatario desde el 31 de diciembre, a pesar de que el Ayuntamiento sabía sobramente que los plazos se agotaban. Los 25 trabajadores y trabajadoras afectados están ahora a la espera de que se confirme un contrato de tres meses con la actual concesionaria, Suspergintza, que el 30 de diciembre logró la adjudicación provisional del servicio por 258.620,69 euros. Para que el contrato sea efectivo, debe producirse la adjudicación definitiva.


Hasta la fecha, Fernández no ha ofrecido explicaciones de por qué ha permitido que se llegara a esta situación extrema. El hecho es que para impedir que las casas de cultura cerraran el 1 de enero, el edil socialista y su asesor Corpas han tenido que recurrir a un procedimiento urgente y extraordinario en el que, sin publicidad ni libre concurrencia, se ha encargado a la empresa Suspergintza que mantega abiertos los equipamientos culturales durante tres meses.

Carlos Fernández aseguró que para esa fecha ya estará resuelta la situación y que habrá un adjudicatario de las casas de cultura para dos años. Sin embargo, el expediente está todavía en el área de Contratación y el Ayuntamiento ha tardado al menos cuatro meses en resolver los anteriores concursos de servicios, como la Ayuda a Domicilio, lo que convierte en probable que el 1 de abril haya que recurrir nuevamente a otra medida extraordinaria para que miles de barakaldeses puedan seguir con sus actividades culturales.

La medida urgente adoptada recibe el nombre de 'contrato administrativo especial' y apenas servirá para cubrir los gastos de personal y gestión —247.478,10 euros—, mientras que los cursillos y demás actos que se organizan habitualmente tendrán que ajustarse a un presupuesto escaso: 11.142,59 euros a repartir entre las casas de cultura de Cruces, San Vicente, Retuerto, Burtzeña y Zuazo.